En exclusiva para El Popular Bolivia, el analista financiero Jaime Dunn realizó un profundo análisis del cierre económico de 2024, señalando los retos y oportunidades que enfrenta Bolivia tras 20 años de gestión del Movimiento al Socialismo (MAS). Dunn calificó al actual modelo económico como una fase terminal de una economía populista, destacando las graves consecuencias de una política centrada en el gasto público, el consumo y la redistribución de riqueza en lugar de su generación.

El modelo económico populista y sus efectos

“El 2024 ha sido la última fase de un modelo económico basado en el exceso de gasto público, el alto consumo y una distribución de recursos sin enfoque en la generación de riqueza. Esto nos ha llevado a lo que podría llamarse la tercera fase de una macroeconomía populista de izquierda”, afirmó Dunn.

Según el experto, esta estrategia económica funciona mientras existen recursos, pero eventualmente, “cuando los recursos se agotan, este tipo de economía empieza a colapsar lentamente”. En este contexto, Dunn advirtió que Bolivia está entrando en un período de crisis estructural, agravado por políticas fiscales insostenibles.

Presupuesto 2025: Más gasto, más problemas

Dunn destacó que el Presupuesto General del Estado 2025, lejos de revertir los problemas actuales, los incrementa:

Gasto público: Aumenta en un 12%.

Déficit fiscal: Superará el 9%.

Inflación: Proyectada en un 7%.

“Esto demuestra que no se están tomando medidas para corregir el rumbo; al contrario, se profundiza la crisis”, señaló.

El cambio necesario: Generación de riqueza

De cara a 2025, un año marcado por las elecciones generales, Dunn enfatizó la necesidad de un cambio radical en el modelo económico:

1. Dejar atrás la redistribución de riqueza: Priorizar la generación de riqueza mediante la activación de variables como la inversión y las exportaciones.

2. Reconocer al sector privado: Considerarlo como el motor principal de la economía y la mayor fuente de empleo.

3. Ajuste estructural: Implementar políticas que fortalezcan la competitividad y atraigan capitales.

“El cambio debe ser neutralmente opuesto a lo que vemos hoy. Es necesario un ajuste estructural para que la economía recupere su rumbo. Sin este cambio, Bolivia enfrentará una crisis económica aún más profunda”, concluyó Dunn.

El Popular Bolivia seguirá informando sobre los debates económicos y políticos en este año crucial.