ALMIRÓN Y DINIZ: EL KARMA DE LOS DT'S DE BOCA Y FLUMINENSE PARA LA FINAL
La ansiedad, la responsabilidad y la preocupación que envuelve a los conductores de los dos equipos que lucharán por la Copa Libertadores.
BOCA Y FLUMINENSE están a pocos días de definir el torneo más importante del continente. La Copa Libertadores se yergue como una obsesión para ambos: en el caso del Xeneize, para ser junto a Independiente el equipo más ganador del certamen con 7 conquistas; en el de los cariocas, para lograrla por primera vez en su historia.
La responsabilidad para sus entrenadores es enorme y soportan sobre sus espaldas el calibre de la presión que puede convertirse en una dulce carga si ganan o en un pesado yugo si pierden.
Jorge Almirón atesora 3 títulos nacionales en su haber, todos con Lanús en 2016: el campeonato de Primera División, la Copa Bicentenario y la Supercopa Argentina. En el caso de Fernando Diniz, sus éxitos se produjeron en competencias regionales: una Copa Paulista con Votoraty (2009) y otra con San Pablo (2010), y la Taça Guanabara y el Campeonato Carioca, ambos con Flu en el presente año.
El brasileño tiene a su vez a su cargo nada menos que a la Selección Verdeamarela en una suerte de interinato hasta que en junio de 2024 se produzca la llegada de Carlo Ancelotti, una vez finalizado su vínculo con Real Madrid. En las Eliminatorias Sudamericanas atesora 2 triunfos, un inesperado empate con Venezuela como local y la última derrota con Uruguay en Montevideo.
Este miércoles, tras el triunfo por 5 a 3 de Fluminense sobre Goias, Diniz confesó la importancia que conlleva para él la posibilidad de alzarse con la Libertadores: "Es un juego que para mi carrera se convierte en la final más importante de todas. Son pocos los entrenadores que tuvieron el honor de competir en un partido así", reconoció.
Para Almirón también será la final más importante, además de una especie de revancha: ya la disputó en 2017 con el Granate frente a otro rival brasileño: Gremio de Porto Alegre, pero cayó en casa cuando aún existía el formato de partidos de ida y vuelta. "Para nosotros, el cuerpo técnico, fue nuestro primer objetivo siempre el de llegar a la final después de tantos años. Estamos todos con la misma ilusión, con la misma obsesión. El equipo tiene la final en la cabeza", manifestó después de dejar atrás a Palmeiras.
Las lesiones son otra cuestión que aúna y preocupa a ambos conductores. Por el lado de Diniz, el miércoles sonaron las alarmas con la salida de Felipe Melo por una lesión muscular, lo que se suma a la pubalgia que azota a John Kennedy y al esguince de rodilla del capitán, Nino.
En el caso de Almirón, tras el choque con Racing del martes se generó preocupación por la salida de Darío Benedetto, que experimentó una contractura en el aductor izquierdo cuya significancia podría marginar al experimentado delantero del duelo en Río. También por la de Nicolás Valentini, que se perfilaba como titular para el 4 de noviembre ante la ausencia de Marcos Rojo, expulsado, y debió retirarse del campo por un "traumatismo de pierna izquierda", según expresó el parte médico.
La cuenta regresiva está en marcha y ninguno de los dos técnicos quiere dar un paso en falso a tan poco tiempo de la soñada definición. Por eso ambos pisan con pie de plomo y afrontan con el mayor de los cuidados los compromisos previos a la gran final de Río de Janeiro.