Tanta importancia se le ha dado a la iniciativa que desde el Municipio se ha solicitado a los chicos los datos para elaborar informes económicos y sociales de manera conjunta.

"El trabajo nació cuando nuestra profesora de Economía y Administración (N de R Martina González) nos propuso hacer un trabajo para Feria de Ciencias y a nosotros se nos ocurrió conocer sobre la inflación porque la vemos a diario", cuenta Melina Araoz una de las integrantes del grupo.

Para la teoría keynesiana, la inflación es el aumento generalizado y sostenido de los bienes y servicios a lo largo de un cierto período de tiempo. Partiendo de esta premisa y de los análisis realizados por el INDEC, los alumnos de la ES N° 1 se propusieron estudiar la variación del índice de precios de la canasta alimentaria básica de alimentos en General La Madrid, y los resultados "fueron sorprendentes y alarmantes", apuntan.

"No teníamos datos así que comenzamos a buscar los precios y los aumentos mes a mes para ver cómo varía", sintetiza Federico Muñiz, otro de los expositores del Proyecto.

"Los datos de la canasta básica que veíamos a nivel nacional no eran representativos de acá porque, por ejemplo no hay gastos como los de entretenimientos", indican y detallan que el recorte se hizo más específicamente para comparar los precios de comercios minoristas que presenta el INDEC y los que se pueden encontrar en los locales lamatritenses.

"En una primera instancia hicimos encuestas para saber qué familias cubrían la canasta básica y cuáles no. Nos dimos cuenta que los gastos a nivel nacional no eran representativos, también nos faltaban datos sobre los ingresos familiares y por eso lo fuimos corrigiendo. Luego, en una segunda instancia, decidimos comparar los gastos entre junio y agosto", suman los alumnos.

"Nos basamos en la lista del INDEC, que son 38 artículos, dejando de lado el gasto en bebidas alcohólicas, que se sumaron a las no alcohólicas, y de fiambres, que se agregó a las carnes", puntualizan.

Durante el transcurso del proyecto lograron calcular cuánto es lo que gasta una familia tipo, integrada por dos personas adultas y dos niños. Cuando finalmente volcaron los datos al papel conocieron que en La Madrid, tan sólo en el rubro alientos, una familia necesitó en agosto $ 7527 y advirtieron que en ese período el incremento de precios varió en un 6,89 por ciento, lo que traducido en números representa 500 pesos más que al iniciar el estudio.

"Los alimentos son los más básicos y los precios más económicos: frutas, galletitas, pan, verduras, carnes, lácteos, yerba, café… los más básicos de todos", agregan.

Como parte del trabajo de campo, los chicos recorrieron los comercios locales de tamaño mediano y grande. "Ahora queremos sumar a los almacenes de barrio donde muchas veces las familias van porque se anotan en las libretas. También la idea es sumar los precios en las localidades y hacer una comparación en todo el distrito", mencionan.

En la última recorrida pudieron observar la denominada "inflación encubierta" que "es cuando aumenta el precio pero disminuye el contenido", señalan.

"Tenemos pensado hacer encuestas para saber si las familias alcanzan a cubrir esta canasta. Por eso queremos calcular el índice de pobreza e indigencia en La Madrid", relatan y se entusiasman con seguir ellos mismos, y los compañeros de otros años, con el proyecto.

"En las encuestas preguntamos si ha variado el consumo en los últimos dos años y nos decían que sí, o consumen menos o si lo hacen igual bajan la calidad del producto. El 43 por ciento de las 200 personas que encuestamos consume menos o compran segundas marcas", ejemplifican.

"Teníamos una hipótesis previa que iba a aumentar el costo de la canasta pero nos sorprendió el resultado", dicen.

Si bien lograron avanzar de instancia en la Feria de Ciencias, los chicos sienten frustración por cómo se los evaluó en Carhué pues a su entender no se les prestó la atención que merece el trabajo pero a la vez muestran satisfacción porque cuando lo muestran en sus casas o en la ciudad sí reciben consultas y reconocimiento.

De los números a la góndola:

"Nos sorprendió el interés de la gente, no nos imaginamos cómo iba a reaccionar la gente. Cuando se habla de la economía todos se interesan porque es una problemática actual y piensan cómo gastar menos, incluso algunos nos preguntaban en qué comercio comprar", detallan los alumnos de Sexto 2°, autores del proyecto "Consumidores malabaristas".

Como parte del proyecto elaboraron una guía de consumo inteligente. "Hay que recorrer distintos comercios, comprar lo que realmente necesitan, hay que escucharse y que los chicos se acostumbren a conocer los precios porque un consumo adecuado no es el más barato sino el que deja conforme las necesidades básicas de la familia", recalcan.

"Me sorprendió como aumentaron los precios", dice Melina Araoz. A su lado, Santiago Cristóbal agrega: "me sorprende lo que una familia gasta en alimentos, es como un cuarto de los ingresos totales, a eso hay que sumarle los servicios y otros gastos". Elizabeth Guerrero y Agustina Crispín también y dan su opinión y admiten "los consumidores tienen que hacer malabares".

"Ahora prestamos más atención a los valores y qué consumimos, cuánto aumentó, qué hacen los demás y qué hacemos nosotros", coinciden.

"Cuando contamos los resultados y lo que se establece como pobreza e indigencia, la gente se sorprende. A mí me preocupa el no llegar y no los rótulos", sentencia Federico y remarca "me preocupa el costo de la canasta alimentaria porque son lo más necesario". "Lo que calculamos es lo más básico, si se deja de destinar ese dinero para la alimentación va a ser perjudicial para la salud porque hay que comer balanceadamente", indica Santiago.

"Este proyecto nos sirvió para aplicarlo en lo diario. Aprendimos nuevas palabras, definiciones, te vas familiarizando con lo que es la economía. Está bueno que los chicos se metan y conozcan para ayudar a sus familias", concluyen.