Argentina se posiciona como un líder mundial en la medición de huella de carbono, con un impacto ambiental un 61% inferior al promedio global, según se destacó en el reciente Congreso Internacional del Maíz. Bajo el título “Huella de carbono: medalla de oro argentina”, un panel de especialistas presentó resultados alentadores y discutió estrategias para seguir reduciendo las emisiones en la producción agropecuaria.

El panel, moderado por Matías Mensa, contó con la participación de Pablo Leguizamón, líder de operaciones comerciales de carbono de Bayer; Rodolfo Bongiovani, investigador del INTA; Leticia Tuninetti, especialista en ingeniería ambiental de INTI; y Sabine Papendieck, coordinadora general del Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN).

Rodolfo Bongiovani compartió datos del Registro Nacional de Eficiencia Tecnológica Agropecuaria (RETA), que monitorea 16 zonas productoras en el país. Según Bongiovani, "Argentina registra 0,178 kilos de dióxido de carbono equivalente en la producción de maíz", un valor significativamente bajo si se compara con otros países. Los factores principales que contribuyen a esta huella incluyen la fertilización nitrogenada, la producción de fertilizantes, y los residuos de cosecha.

Comparaciones Internacionales

Argentina muestra una huella de carbono un 52% inferior a la de China y Tailandia, y un 66% más baja que la de España. Comparada con Canadá y Estados Unidos, la huella argentina es un 27% menor, y un 52% inferior a la de Brasil, según los datos compartidos por el investigador del INTA.

Impacto en la Producción de Carne

Leticia Tuninetti destacó la influencia positiva de un maíz con baja huella de carbono en la producción de carne bovina, subrayando su importancia en la alimentación y engorde del ganado. Comparando con otros países, señaló que un kilo de carne de pollo producido en Argentina tiene una huella de carbono de 1,50 kilos, mucho menor que en Reino Unido (6,6 kg), Italia (5,5 kg) e Irán (5,3 kg).

Herramientas para Reducir Emisiones

Sabine Papendieck enfatizó la necesidad de estrategias personalizadas para reducir las emisiones en Argentina. "Es crucial generar herramientas fáciles de usar que se adapten a nuestras particularidades", afirmó. Destacó el trabajo en conjunto con diferentes sectores productivos para mejorar la sustentabilidad de sus prácticas.

Por su parte, Pablo Leguizamón presentó la iniciativa PRO Carbono de Bayer, que busca apoyar a los productores en la adopción de prácticas más sustentables y rentables. Leguizamón subrayó la importancia de enfrentar desafíos como la sequía y las plagas para avanzar en la reducción de emisiones.

Conclusión

El panel concluyó con un llamado a continuar los esfuerzos hacia la descarbonización en la cadena de suministro agrícola. Las herramientas desarrolladas y las estrategias implementadas por empresas y productores demuestran el compromiso de Argentina con la producción sustentable, ofreciendo un ejemplo a seguir a nivel global.