El reciente anuncio del ministro de Economía, Toto Caputo, y del presidente Javier Milei sobre una nueva etapa en la eliminación de pesos, ha revelado una estrategia que busca contener al dólar mediante una intervención en el mercado. Esta medida ha llevado al Banco Central a una situación crítica, necesitando vender USD 92 millones de reservas, la cifra más alta en los últimos quince días.

Actualmente, las reservas brutas del Banco Central se sitúan en USD 27.307 millones, una cifra que está significativamente por debajo de los USD 30.000 millones que se alcanzaron hace dos meses. Esta disminución en las reservas explica las complicadas negociaciones que Caputo ha tenido en el G20, buscando obtener dólares de fuentes como el FMI, el Banco Mundial, el BID y el Tesoro estadounidense.

El problema se agrava con la situación de las reservas netas. El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, ha admitido que el saldo negativo ya alcanza USD 3.000 millones, mientras que las consultoras privadas estiman que el déficit podría ser el doble.

El mayor foco de preocupación es la situación de los encajes bancarios. Según datos del mercado, los encajes presentan una variación negativa que los sitúa en USD 734 millones negativos. Esta cifra podría empeorar aún más el lunes, cuando se refleje el impacto de la pérdida de reservas del viernes.

Los encajes son una parte de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados en el Banco Central para garantizar la liquidez del sistema. La variación negativa en estos encajes es particularmente alarmante ya que estos fondos deben estar inalterables.

Se ha reportado que el gobierno ha utilizado el 7% de los encajes, que representan una parte de los depósitos en dólares de empresas y personas. El dato preocupa al mercado, ya que las reservas líquidas netas de encajes han mostrado una caída de USD 734 millones, y la cifra total del rojo podría alcanzar USD 826 millones el próximo lunes.

Desde el Banco Central, se ha desmentido la información sobre el uso de los encajes. En declaraciones a La Política Online (LPO), la entidad presidida por Santiago Bausili aseguró que “no se tocan los depósitos de la gente”.