Uno de esos profesionales es el ex presidente del Banco Central (BCRA), Aldo Pignanelli, quien estimó que la inflación del año próximo se ubicará en torno al 35% y sostuvo que prevé "un dólar con muchos problemas" para 2019.

"El 2018 termina con una fuerte caída del Producto Bruto Interno (PBI), con una inflación superior al 48%. Para el 2019 el gobierno nacional está proyectando una inflación de 23%, pero a mí me está dando un 35%", sostuvo Pignanelli, miembro del Frente Renovador liderado por Sergio Massa.

El ex titular del BCRA durante el gobierno de Eduardo Duhalde explicó que la inflación proyectada por él es en base a "los aumentos de tarifas y la caída del salario que fue del 20%".  demás, Pignanelli sostuvo que el comportamiento del dólar durante 2019 va a definir "la inflación del año que viene"

En tanto su colega José Luis Espert, que tiene una visión más ortodoxa del proceso económico,  sostuvo que la inflación 2019 será  menor a la de 2018, aunque enfatizó que no se cumplirá la pauta del 23% prevista por el Gobierno nacional, y aseguró que la recesión se mantendrá hasta mediados de 2019.

"En materia inflacionaria, los últimos meses están mostrando una desaceleración, lo cual permite pensar que en 2019 la inflación puede ser menor a la del 2018, pero no mucho más baja y tampoco creo que se cumpla con la pauta del gobierno del 23%", indicó Espert, que en las últimas semanas lanzó una candidatura  a presidente de la Nación.

En cuanto a la actividad económica, que en octubre tuvo una baja del 4% y lleva una caída acumulada del 1,7% en los primeros 10 meses del año según el Indec, el economista sostuvo que durante 2019 "vamos a estar gran parte del año que viene con niveles de actividad menores a los de 2018. La recesión se va a extender hasta mediados de 2019".

Por otro lado, Espert destacó que "las tasas de interés podrán llegar a bajar algo" de la mano de un potencial baja de la inflación, pero que "con el riesgo país en los niveles que está (811 puntos) va a ser difícil una baja sustancial". Por último, calificó al impuesto sobre la renta financiera como "ridículo" y aseguró que éste se sumó "a la presión impositiva salvaje que ya teníamos".