Luego de conocerse la renuncia a la presidencia del Banco Central, Luis Caputo, fuentes oficiales confirmaron que su reemplazante será Guido Sandleris, que actualmente se desempeñaba como viceministro de Hacienda. El funcionario había tenido un rol clave en las negociaciones con el FMI cuando era jefe de Gabinete del ministerio. Gustavo Cañonero, a quien Caputo llevó para ser su segundo en el Central, permanecerá en el puesto.

Sandleris es enemigo de las tasas de interés elevadas por mucho tiempo, como la actual que fijó el Central porque, asegura, afectan negativamente el crecimiento, desde 2007 es profesor en la Universidad Torcuato Di Tella. Además, dio clases en Johns Hopkins University, en la London School of Economics y la Universidad de Los Andes.

En 2016 se desempeñó como subsecretario de Finanzas de la provincia de Buenos Aires y en 2017 se sumó al Gobierno nacional como Jefe de Asesores del Ministerio de Hacienda. Desde mediados de este año es Secretario de Política Económica. "Se especializa en economía internacional, finanzas y macroeconomía. Entre otros temas, sus estudios analizan el efecto de las crisis financieras y los costos de los defaults soberanos", enfatizaron desde el Gobierno.

Sandleris será el presidente número 61 al frente del Central, una entidad que nació al calor de la necesidad de la creación de entes que regulen la economía tras la crisis del 30, y cuyo primer titular, Ernesto Bosch, estuvo 10 años en el cargo, y sobreviviendo a cinco presidentes. Si bien es el presidente 61, lo cierto es que varios de sus antecesores se repitieron, en diversos momentos de la historia, en el cargo, por lo que la lista se reduce a 53 titulares.

Sandleris llega en reemplazo de Caputo, hombre de suma confianza de Macri y que asumió en la autoridad monetaria el 14 de junio pasado, cuando se fue Federico Sturzenegger. Un dato no menor: el cambio de mando se dio cuando el dólar tocó un techo (momentáneo) de $28,43.

Antes, desde la asunción de Macri, Caputo había estado al frente de la secretaría de Finanzas con la tarea de impulsar el reingreso del país a los mercados internacionales para asegurar el financiamiento externo, pieza clave del modelo económico que impulsó Cambiemos. Una de sus primeras tareas (exitosas) fue la renegociación que encabezó junto al entonces ministro Alfonso Prat-Gay con los fondos buitre.

En 2016, los buenos resultados de su gestión llevaron a Macri a convertir la secretaría de Finanzas en ministerio, en uno de los primeros movimientos en el organigrama del Ejecutivo. (DIB)