El Mercosur y la Celac respaldaron a la Argentina frente a los fondos buitre
Los presidentes de los Estados que integran el Mercosur manifestaron "su más absoluto rechazo a la actitud de dichos fondos, cuyo accionar obstaculiza el logro de acuerdos definitivos entre deudores y acreedores y pone en riesgo la estabilidad financiera de los países".
A través del texto, que fue difundido hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores, los integrantes de ese bloque regional reconocieron "la vocación de la República Argentina de continuar honrando sus compromisos financieros internacionales, tal como lo viene haciendo sistemáticamente desde la reestructuración de su deuda en los años 2005 y 2010".
Además, recordaron que a través de las reestructuraciones de deuda la Argentina "obtuvo el acuerdo de más del 92% de sus acreedores".
Sobre el final del documento, los mandatarios de los países miembros del Mercosur expresaron su "solidaridad y apoyo a la República Argentina en la búsqueda de una solución que no comprometa su desarrollo y el bienestar de su pueblo, en consonancia con sus políticas de desarrollo nacional".
En tanto, la Celac también emitió un comunicado para apoyar la posición de este país "frente al reciente fallo judicial referido a un grupo minoritario de tenedores de títulos de deuda soberana de la República Argentina pendiente de reestructuración".
Los Estados miembros de la Celac reiteraron lo expresado en la Declaración de La Habana, adoptada por la II Cumbre de la Celac (28 y 29 de enero de 2014) en la que consideraron "necesario" contar con "instrumentos que posibiliten acuerdos razonables y definitivos entre acreedores y deudores soberanos".
"Consideramos indispensable para la estabilidad y predictibilidad de la arquitectura financiera internacional, garantizar que los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores en el marco de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas sean respetados", recordaron desde la Celac a través del comunicado.
Garantizar que los acuerdos sean respetados permitiría, según habían indicado en la Declaración de La Habana, "que los flujos de pago sean distribuidos a los acreedores cooperativos según lo acordado con los mismos en el proceso de readecuación consensual de la deuda".
"Es necesario -habían coincidido los países miembros de la Celac- contar con instrumentos que posibiliten acuerdos razonables y definitivos entre acreedores y deudores soberanos, permitiendo hacer frente a problemas de sustentabilidad de deuda de forma ordenada".