El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, expresó sus críticas hacia el candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, en una entrevista con el diario español El País. 

Kicillof consideró que Milei propone ideas ridículas y anticuadas para resolver los problemas de Argentina, comparándolas con el terraplanismo en economía.

El mandatario bonaerense señaló que Milei pertenece a un grupo marginal de economistas austríacos, cuyas teorías se desarrollaron en el siglo XIX y han sido ampliamente refutadas.

Según Kicillof, esta escuela de pensamiento defiende un fundamentalismo de mercado, creyendo que este puede resolver todos los problemas. Además, mencionó que las propuestas de Milei, como la dolarización, implican la eliminación del Estado y la moneda nacional.

Kicillof manifestó su descreencia de que las propuestas de Milei hayan sido las responsables de su triunfo en las PASO, aunque reconoció que la inflación es alta y que hay muchos problemas en el país. 

Sin embargo, considera que Milei solo ofrece soluciones milagrosas, comparándolo con un curandero al que acude una persona desesperada por encontrar una cura para su enfermedad.

El gobernador también criticó el plan económico de Milei, sosteniendo que es similar al aplicado por gobiernos anteriores, como los de Carlos Menem, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, que se basa en la financiarización y la primarización de la economía.

Según Kicillof, esto perjudica a la provincia de Buenos Aires, ya que si el gobierno nacional es ajustador y privatizador, la provincia no puede llevar a cabo proyectos como el asfaltado de 100.000 cuadras de tierra.

Además, Kicillof cuestionó el hecho de que Milei sortee su sueldo de diputado, argumentando que él vivió de su sueldo cuando fue diputado y tenía una familia a la que mantener. También señaló que Milei está rodeado de una "casta" política y que ha trabajado como asesor de diputados y empresas privatizadas contratistas del Estado.

En cuanto a la rebeldía, Kicillof planteó que confrontar con los poderes establecidos implica enfrentar la persecución judicial y hasta intentos de asesinato, como le ha ocurrido a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Según él, Milei no confronta con los intereses dominantes de Argentina y, por lo tanto, no sufre las consecuencias de esa confrontación.