Las altas temperaturas que se registraron este martes en varias provincias del país, con sensaciones térmicas de hasta 45° en algunas zonas como la ciudad de Buenos Aires, impactaron en el ganado vacuno. En el Mercado de Hacienda de Liniers un calor extremo dejó 74 animales muertos.

El dato, último disponible según fuentes oficiales del mercado concentrador para el remate de ganado, se refiere a los animales "caídos" -término usado en la jerga para referirse a las vacas o novillos que se desploman muertos en el lugar mismo en el que están parados-dentro del predio de Liniers. Las mismas fuentes no descartan que hayan ocurrido más muertes en el trayecto hacia los frigoríficos, luego de los remates del día.

"La situación no es normal, pero estos niveles de calor son todo menos normales", explicó Alfonso Monasterio, director del Mercado de Liniers. Y agregó que la situación de muertes por la actual ola de calor "es a nivel nacional, en el Mercado se toman todas las precauciones necesarias pero incluso en feedlots donde hay menor concentración de ganado se están cayendo animales".

Respecto a aquellos animales que murieron producto del estrés acumulado en el viaje desde los feedlots hasta el Mercado, Monasterio señaló que todos están cubiertos por seguros que prevén ese tipo de situaciones.

En Uruguay

Al menos 80 mil pollos murieron debido a la ola de calor que se vive desde el fin de semana, según informó la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos.

"Este año ha sido muy intenso", dijo a Radio Montecarlo José Luis Strazzarino, presidente de la organización, quien remarcó que la temporada venía "muy bien" debido a las lluvias, pero que con el aumento de la temperatura desde el sábado hizo que miles de pollos se murieran. Los departamentos donde se concentraron las muertes de los pollos fueron Canelones y la periferia de Montevideo.

Strazzarino dijo que los equipos de ventilación se saturaron y que la humedad fue "muy grande", lo que hace que sean más difícil regular la temperatura del pollo. La única medida que pueden tomar para evitar la muerte de los animales es moverlos y tratar de que no se peguen al piso, y así evitar que la pechuga se caliente más por estar en contacto con el suelo.

Además, Strazzarino dijo que al calor y la humedad se sumaron varios cortes de energía eléctrica, lo que complicó aún más al sistema de ventilación. "Es normal que en verano aumente un poco la mortandad", pero "este último pico fue muy complicado", agregó.

(Fuente: Infobae y El Observador)