El Gobierno nacional confirmó un nuevo incremento en las tarifas de electricidad y gas, que será del 4% promedio a partir de septiembre de 2024. Este ajuste tiene como objetivo principal evitar que la devaluación mensual y la inflación erosionen las actualizaciones tarifarias realizadas durante la primera mitad del año, las cuales permitieron una reducción significativa en el gasto en subsidios.

Con este aumento, los usuarios categorizados como de altos ingresos (N1), así como las industrias y comercios de todo el país, pasarán a pagar en promedio el 72% del costo del gas y el 90,5% de la electricidad. Por su parte, los hogares con ingresos medios (N3) abonarán el 32% del valor del gas y el 40% de la generación eléctrica, mientras que los usuarios de bajos ingresos (N2) pagarán el 26% y 25% respectivamente.

Cabe destacar que los N3 y N2 que excedan un determinado bloque de consumo verán aplicadas las tarifas de los N1 para el consumo excedente. Sin embargo, debido a la menor demanda de gas y electricidad durante la primavera, el impacto del aumento del 4% en las facturas se verá parcialmente compensado por la reducción en las cantidades consumidas.

La Secretaría de Energía subrayó que estos ajustes son necesarios para asegurar un suministro de gas sostenible y equitativo, evitar el desabastecimiento y garantizar la viabilidad económica del sector energético.

En términos de costos, los usuarios residenciales de ingresos altos, así como comercios e industrias, comenzarán a pagar un precio promedio de gas de US$3,45 por millón de BTU, un aumento de 15 centavos de dólar respecto a la tarifa anterior. Este incremento, aunque moderado, permitirá acercar el precio pagado por los usuarios al costo real de producción, que es de US$4,77 por millón de BTU en promedio.

Para los usuarios de ingresos bajos (N2), el costo por un bloque de consumo subsidiado será de US$1,24 (frente a los US$1,19 anteriores), mientras que los usuarios de ingresos medios (N3) pagarán US$1,55 (antes US$1,48) por el consumo base. En ambos casos, el consumo excedente se facturará a US$3,45 por millón de BTU.

En cuanto a la electricidad, el nuevo precio de referencia para los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios e industrias se incrementará de $58.596 a $61.526 por MWh, un aumento del 5%. No obstante, la Secretaría de Energía aclaró que el costo real de la energía eléctrica sin subsidios asciende a $68.016 por MWh.

A pesar de los aumentos, todos los usuarios residenciales, incluidos hogares e industrias, seguirán recibiendo subsidios, ya que los precios ajustados aún están por debajo del costo real de producción y distribución tanto de gas como de electricidad.