Las psicólogas Claudia Novillo y Eugenia Fernández hablan sobre la importancia de los lazos entre padres e hijos adoptivos y analizan cómo se va creando ese vínculo. El problema viene cuando esa realidad se oculta porque "el ocultar obtura, es el no decir. Y lo no dicho tiene un efecto terrible", coinciden.

"Cuando uno se pregunta sobre se verdadera identidad es porque algo de su propia identidad no le cierra, le genera preguntas. Si no, es algo sobre lo cual no me pregunto", define la psicóloga Claudia Novillo.

En esta línea, la profesional prefiere decir que cuando alguien recibe la noticia de que es hijo adoptivo, en realidad "no se entera ahí, en ese momento. Creo que ése es un punto de llegada a algo, pero para llegar a ese punto es porque antes hubo dudas, inquietudes... algo se sabía pero no se sabía qué".

La pregunta

En realidad, toda búsqueda de la propia identidad se da a partir de interrogantes. "Cuando alguien busca es porque lo que tiene le genera dudas. Hay algo que no cierra, hay algo que hace ruido, algo sobre lo que te preguntás", analiza Claudia Novillo.

Para la profesional, "me pregunto a partir de lo que yo no sé y lo que no sé me causa duda y me causa inquietud, entonces indago. Puedo indagar preguntándole al otro o puedo indagar armándome yo mismo mis propias hipótesis. Pero el proceso se da preguntándose. Y eso tiene que ver con una búsqueda, quizás lo que empiezo a encontrar no me gusta entonces decido no preguntar más porque tal vez lo que tengo me cierra, lo que tengo me satisface, con lo que tengo me alcanza, entonces no quiero saber más y hasta ahí llega mi búsqueda".

Sin embargo, cuando se busca y se encuentran las respuestas, en muchos casos "la verdad ha de ser impactante, aunque si alguien empezó a preguntarse y a hacer cierta búsqueda sabe que con algo se va a encontrar. Después, cómo impacte esa noticia en una persona es muy subjetivo y depende también de con qué me encuentro", explica Claudia Novillo.

Lo biológico y lo simbólico

"El hombre siempre se ha preguntado sobre temas esenciales tales como la existencia, el origen y la sexualidad. Responder a estas preguntas siempre trae consigo fantasmas que circulan en la mayoría de los seres humanos: ¿quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Quién elijo ser? Cada sujeto tiene una historia y el primer capítulo de esa historia lo van a escribir esos sujetos deseantes que proyectaron su venida al mundo: sus padres, teniendo en cuenta que la paternidad es una función que no tiene que ver exclusivamente con lo biológico o adoptivo. Ser padre implica tener ganas de querer cumplir con esa función paterna", dice la psicóloga Eugenia Fernández.

Para la profesional, "que un sujeto se encuentre en la vida adulta con la noticia de que su filiación no es real implica un dolor desgarrante y un doble proceso: de aceptar por un lado la desmentida de su historia y por otro conocer la historia que fue despojada".

Esa nueva información, según Fernández, "impacta en el psiquismo, es un quantum de energía que va a requerir de un tiempo para poder generar su asimilación". Sin embargo, "el hecho puede no configurarse como traumático si el sujeto logra rearmar las piezas de esa historia despojada y encontrarse con su verdadera identidad".

En este camino, "el modo en que el sujeto se pare frente a sus padres adoptivos va a depender de cómo esos papás inscribieron a ese sujeto llamado hijo en sus vidas, ya que ser hijo no implica solo una condición biológica sino una inscripción simbólica".

Para Eugenia Fernández, "la construcción de cada individuo como tal nace de la conjugación de sus genes más la sumatoria de las experiencias adquiridas. Por supuesto que ese sujeto trae una historia en la memoria de sus células, pero va a depender de un contexto lo suficientemente favorable para que ese sujeto pueda expresarlas".

En este camino, la psicóloga remarca la diferencia entre lo biológico y lo simbólico. "Ser padres es una función y ser hijo es mucho más que la unión de un óvulo con un espermatozoide. No solo se necesita ser fecundado y parido para construir subjetividad. Se necesita ser reconocido, amado y cuidado", define.

La significación

"Muchas veces se asocia la adopción con el abandono, la adopción con carencias o la adopción con trastornos; aunque el tema ha ido avanzando socialmente siempre hay como un sesgo de esta naturaleza", explica la licenciada Claudia Novillo.

Y agrega que "en sí la adopción no debería traumatizar, sino que lo que traumatiza o no es cómo se significó esa adopción tanto para quienes adoptaron como para ese niño que fue adoptado, que cobijan y que llaman hijo".

Así, "si esa historia se significó desde el lazo amoroso y tierno, desde hacerle lugar a alguien para que se subjetivice y para que se constituya en sujeto, eso es fantástico y está ligado a la vida".

El ejemplo más claro puede remitir a la historia de Ignacio Guido, el nieto 114 recuperado por Abuelas hace poco tiempo. El prefiere hablar de "sumar" familias, de mirar para adelante y de empezar a construir esos lazos de afecto con quienes son sus familiares de origen. Optó por seguir llamándose Ignacio, como lo nombraron sus padres adoptivos, e hizo una defensa pública de esas personas que lo cuidaron durante todos estos años.

"Por más que pueda generar controversia en muchos, esos son sus padres. Esos son los padres con los que armó lazos de afecto porque si no seguimos poniendo énfasis en lo sanguíneo y lo cromosómico. Por supuesto que eso es necesario porque si no no habría vida. Ahora, ¿con eso solo un ser viviente puede constituirse en humano? No. Está demostrado desde hace años con investigaciones que un bebé cachorro puesto en una cunita que recibe solamente alimento, se muere. Entonces ¿es sólo lo sanguíneo? No. Es eso y lo otro. Lo otro -lo social y lo afectivo- ¿alcanza para hacer lazo y para constituir familiaridad o parentesco? Por supuesto que sí. Y está más que demostrado que lo que arma es el lazo social, afectivo. Después, cómo un sujeto va a poder vivenciar el enterarse o el corroborar que estos papás no son sus padres de gestación dependerá de todo lo que él pudo construir afectivamente y amorosamente y de cómo él está constituido subjetivamente. A partir de ahí él tendrá sus elementos y sus recursos para poder sostenerse, afrontar esto y posicionarse frente a esta nueva verdad que le aparece. Este caso demuestra que está como muy ligado a la vida y que la función de esta familia y de estos papás ha sido excelente porque nos encontramos con un ser totalmente ligado a la vida".

Para explicar su idea, Claudia Novillo recurre a un dicho que engloba su pensamiento. "Una persona le dice a la otra: vino un científico y me dijo que los seres humanos estamos conformados por átomos. Y el otro le dice: a mí me contó un pajarito al oído que estamos conformados de historias". En definitiva, no estaría mal pensar "en cómo cada uno construye su identidad".