Daniel Lovano

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El testimonio de Emilio Inçaurgarat, presidente de Estudiantes, describió con exactitud la dramática situación a la que se enfrentan las entidades deportivas de Olavarría en el presente, y de cara al futuro, como consecuencia de la crisis derivada de la llegada a la Argentina del COVID-19, el virus causante de la pandemia de coronavirus.

"Esta crisis para nosotros va a ser catastrófica", enfatizó Inçaurgarat, pero también dejó un mensaje de fortaleza: "Ni yo, ni la gente que me acompaña nos vamos a entregar antes de pelear".

Actividades paralizadas, todas las instalaciones bajo llave, flujo de ingresos cortado son el común denominador en todas ellas, y en medio de este panorama deben seguir afrontando el mantenimiento de las instalaciones, una masa salarial apremiante y el pago de los servicios, por citar sólo algunas de las obligaciones.

Los clubes de Olavarría decidieron cerrar sus puertas aún antes del "aislamiento social, preventivo y obligatorio" decretado por el presidente Alberto Fernández el 19 de marzo.

Las entidades locales se anticiparon y cerraron sus puertas el 15/3 para frenar la expansión del coronavirus, en espacios que suelen convocar a mucha gente de todas las edades.

"No hay demasiado para decir que no se haya dicho", comentó el titular de El Fortín Carlos Veneciano.

"En nuestro club no funciona absolutamente nada; ningún empleado está en sus funciones, las tranqueras, las puertas y los portones están todos cerrados con llave, tanto en el predio de la avenida Pellegrini, como en la avenida Urquiza", graficó.

"Más allá de lo deportivo, en lo económico el efecto va a ser durísimo. Yo hablo por El Fortín, y en este momento no tenemos ninguna entrada de recursos y debemos afrontar los sueldos. Supongo que va a ser complicado lo que se viene", advirtió.

Bailes y alquileres cancelados significan un golpe devastador para las arcas fortinenses.

"No sabemos cómo vamos a hacer, pero acá lo primordial es la salud y después veremos cómo se sale. Creo que vamos a tener que ser magos para reflotar todo esto", dijo Veneciano.

"Lo realmente importante es que esto pase, que haga el menor daño posible y que no perdamos ningún familiar, ningún amigo. Esto no es joda", subrayó.

Siempre cercanos a las necesidades sociales, todos los clubes de Olavarría han puesto o pondrán a disposición de las autoridades comunales sus instalaciones en caso de que sean necesarias.

Del otro lado de la vía, Roberto Vidal informó que Ferro debe hacer frente a una masa salarial cercana a los 500 mil pesos mensuales, y el club con esta parálisis producto de la pandemia se ha quedado sin ingresos.

"Hay que acatar las órdenes", recomendó el presidente de Ferro, Roberto Vidal. "Nosotros la vimos venir, lo hablamos con la gente de la Municipalidad y cerramos el club desde el lunes pasado", recordó.

"Esto va a ser catastrófico para todos los clubes. Ojalá que desde el Estado se tomen medidas para que los clubes quedemos exceptuados de pagar algunas obligaciones, pero mi pregunta es cómo hacemos para pagarles a los empleados", reflexionó Vidal.

"De las cuotas que venían pagando los chicos que asisten a la escuelita no va a ingresar nada. Lo más complicado va a ser con las disciplinas", alertó.

Los presidentes de los clubes olavarrienses están en contacto permanente desde hace una semana para evaluar el curso de la crisis y analizas las acciones individuales o conjuntas a tomar.

"Ojalá no pase nada. Yo creo que las medidas tomadas por el Presidente son muy acertadas y, si todos acatamos las órdenes que han dado, podremos llegar a zafar medianamente, pero las consecuencias una vez que esto pase son inimaginables", pronosticó.

Carlos Orifici, titular de Racing y de la Unión Industrial, tiene sobre la mesa indicadores de todo tipo sobre el impacto de esta crisis sanitaria que vive el planeta.

En lo institucional - deportivo, el presidente chaira señaló: "Tenemos sueldos que pagar, servicios que afrontar. Por un lado no se genera y los gastos fijos hay que afrontarlos, así que estamos bastante complicado de verdad".

Orifici especuló que el Estado deberá salir al salvataje de empresas, los salarios, los clubes.

"Estaba escuchando que algunos clubes de Europa mismo han dejado de pagarles a sus jugadores -comparó-, otros bajaron los salarios. Todo el mundo está viviendo esta problemática que tiene su réplica acá también".

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