En el Día del Empleado de Comercio, por supuesto que la palabra de Miguel Angel Santellán -secretario general del CECO, Centro Empleados de Comercio- está autorizada para hablar de la actualidad, de lo que puede venir, y para hacer un análisis de la situación que envuelve a todos los trabajadores.

¿Miguel cuál es la actual situación en el comercio?

La situación viene mal desde que este gobierno inició la política económica que eligió. Es decir, esta política de darle a pocos mucho y a muchos poco es una cuestión que, obviamente, iba a traer inconvenientes y se están sufriendo. Hoy, más que nunca está justificado el paro. En nuestro gremio esta vez fue algo atípico porque declararon el paro un día después de nuestro día y nos puso en una situación difícil, es decir 48 horas frenados. Asimismo, notamos que muchos comercios no abrieron y otros abrieron con sus empleadores, y la calle está vacía. La ciudad está de paro. Y esto ha ocurrido en todo el país, me parece. Ocurre justamente porque no es un problema de los trabajadores solamente lo que está pasando, sino que es de la economía que está haciendo eclosión en los trabajadores que son los primeros afectados, pero cuando se ven los números de las pequeñas y medianas empresas están igual o peor que los trabajadores, porque tienen muchas cargas tributarias y más responsabilidades, todo con valores superlativos, con un mercado interno absolutamente planchado. El problema no es para tomarlo a la ligera, sino para empezar a pensar que sino cambia le va a ir a muchísima gente, y entonces nos va mal a todos más allá de algunas excepciones. Pero el país para pocos, en la Argentina, nunca tuvo éxito. Creo que hoy, más que nunca, está justificado el paro y se rejustifica con esta acción del resto que no estaba involucrado en el paro, pero también no quiere comprar ni salir a la calle. A la ciudad la vi atípica.

¿Hubo comercios que cerraron con la crisis y eso trae como consecuencia la pérdida de afiliados, o se está logrando permanecer?

Hace unos días me preguntaron si esto era igual a lo de 2001, y digo que estamos cerca. En ese camino estamos si seguimos así, pero veo una actitud diferente de la gente, porque veo que no quiere rendirse, no quiere entregar lo que logró. Se ve. Por ejemplo, el que va en auto al trabajo quiere seguir yendo en auto al trabajo, por más que la nafta la pongan a 50 pesos, y sostiene que tiene derecho a ir en auto, pero la están obligando a retraerse en cosas que no quiere retraerse, en cosas que ha ganado. En esto se mezcla la política con la meritocracia, que tanto fomenta este gobierno aunque cuando hay buenas políticas para el desarrollo acompaña la meritocracia. Porque si bien se pone empeño, el gas cuesta cinco veces más, el impuesto a la ganancia se incrementa, los impuestos y tasas municipales también, y se llega a un ahogo total.

¿Si tiene que darle un mensaje a sus 3.300 afiliados, qué le diría?

Nosotros decimos que tenemos que seguir unidos, primeramente. Los trabajadores se tienen que unir y no tienen que escuchar esas campanas que no debe ser así, porque justamente en la división está el tema. Es como los salarios: cuando pactamos, queremos que el más pequeño pueda pagar lo mínimo. Luego el pequeño lo hace porque no tiene otra, pero el que más puede también se prende de eso y habla de los dirigentes gremiales, que tenemos errores por supuesto. Pero los trabajadores tienen que unirse, porque en esa unión estará la fortaleza. Y este paro es una muestra, porque el trabajador no está dispuesto a que le lleven todos los derechos y todo lo que ha conquistado y ganado. Por lo tanto, creo que vienen tiempos difíciles no sólo para el trabajador. Acá hay que hacer una comunión con las pequeñas y medianas empresas porque son las que mayor cantidad de empleo dan y son las que más sufren. Hay datos que dicen que lo que les va a pasar a los empresarios no es alentador, realmente da miedo. Generalmente uno piensa que va a ir mejor, aunque no estemos bien, pero hay ánimo en la cultura argentina de ir mejor. Todos queremos trabajar y no podemos dejar de hacerlo, pero hay que visualizar alguna luz que, en ese túnel que empezaron a marcar, todavía no se ve.