"La actividad es muy cruel, está muy brava. Tenemos que tener en cuenta que de los empresarios locales y de los pequeños comerciantes dependen un montón de trabajadores y familias", señalaron. "Las grandes superficies abarcan entre el 10 y el 15 por ciento del empleo en blanco en la ciudad. El resto de los empleados dependen en forma directa del comercio minorista y de las distintas empresas locales", contextualizaron.

Pocas semanas atrás, EL POPULAR publicó un informe con la caída de ventas minoristas y el cierre de locales comerciales en el centro de la ciudad, un fenómeno cada vez más notorio, especialmente en las calles principales olavarrienses.

"No hay oficialmente un registro de los comercios que han cerrado en Olavarría", dijeron al respecto los representantes de la Cámara Empresaria. Aunque sí admitieron que "el problema es bastante importante. No tanto por los que han cerrado, sino por lo que se ha reducido (la actividad), o por los que se alejaron del centro por el costo del alquiler. Sabemos que hay un índice de desempleo que no es muy grave, pero hay", remarcaron.

Para ellos, "la gravedad de la actual situación económica hace que haya que atacarla por distintos frentes. El primero de ellos es pedir incentivos al Gobierno para tomar empleados, o para mantener los puestos de trabajo que tenemos en la actualidad", priorizaron. Y otra herramienta fundamental para asegurar su supervivencia es, según consideraron, "atacar el comercio ilegal, como pueden ser las saladitas, las incursiones del mercado central en el interior y demás proyectos por el estilo. Van en contra de quienes tienen las cosas en orden y generan trabajo genuino", opinó Bianchi, también presidente del Centro de Almaceneros.

En otro de los pasajes de la charla, Baldi se mostró partidario de llegar a un acuerdo con el gobierno, para que solvente parte de los sueldos de los empleados de comerciantes minoristas y pequeños empresarios. "Hoy, la formación de los empleados parte de nuestro esfuerzo y se hace a costillas nuestra. Pero resulta que cuando el trabajador ya está formado y capacitado, después es tomado por las grandes empresas. Entonces, necesitamos que el Gobierno subsidie parte de esos sueldos para compensar lo que nosotros perdemos".

También se mostró partidario de la obligación para todos los comerciantes de habilitar las vías de las tarjetas de crédito y débito para el pago de sus clientes, "porque es algo fundamental para poder seguir combatiendo al comercio ilegal, que es una de nuestras grandes luchas". Y ampliaron que "cuando hablamos de estos temas no es sólo para defender nuestros ingresos, o nuestra rentabilidad, sino también para poder defender las fuentes de trabajo que generamos".

Contra Samid

Bianchi rescató el avance de "la aprobación de la llamada ‘Ley de Saladitas’. Porque a partir de ahora va a quedar regulada esa actividad y tendrán que cumplir con todos los requisitos, tanto que imponen las leyes provinciales como las ordenanzas municipales, y entonces la competencia será más parejas".

Luego abordó la polémica por los desembarcos en el interior de las "filiales" del Mercado Central y dijo que "es una actividad que está llevando a cabo un comerciante particular. Que sea vicepresidente del Mercado Central no lo habilita para desarrollar todo este negocio, porque como empresario de la carne está agrupando a otros sectores para él poder incrementar sus propias ventas. Esa actividad de un particular como Samid es apoyada por el gobierno de la Provincia claramente y políticamente también subsidiado", criticó.