Nicolás vivía en el zoológico de La Plata y tenía 24 años: ya había superado la edad promedio de su especie. El cuerpo de médicos veterinarios le hacía controles periódicos para controlar y evaluar su función renal y las convulsiones que sufría desde hace dos años. El jueves a la mañana amaneció ya inconsciente y horas después falleció por un cuadro de artrosis.

"Estaba controlado clínicamente, los ataques de epilepsia que tenía antes no habían aparecido en estos últimos meses, pero su avanzada edad y una función renal también deteriorada típica de la senilidad determinaron el final", explicó a Alejandro Serena, director del bioparque.

Sus crías, Melena y Mansa, nacidos en 2007 y 2011, serán trasladados este martes al santuario de felinos "The Wildcat Sanctuary". Melena había sido otorgado en préstamo reproductivo en 2008 junto a otros animales que viajaron a Olavarría. Mansa vivió siempre en el zoológico platense. El traslado, aunque coincide en los tiempos, no tuvo que ver con la muerte de su padre. Era un movimiento ya programado.

Ambos animales viajarán en un vuelo directo hasta la ciudad de Miami, y desde allí, serán trasladados por tierra durante unos cuatro días hasta el santuario de Minnesota.Después de diez años en ambientes separados, los hermanos fueron juntados para después viajar juntos a un lugar donde tendrán una mejor calidad de vida , un mejor ámbito y mayor comodidad para su desarrollo, según indicaron desde el zoo.

"Mansa y Melena se suman a un centenar de animales que recuperaron su calidad de vida y dejaron de sufrir el cautiverio", dijo en conferencia de prensa el intendente Julio Garro. En los dos años que lleva esta transformación de zoo a bioparque, ya suman cien los animales que fueron trasladados o liberados.

Cuando este martes se haga realidad el viaje de Melena y Mansa, ya no habrá más leones encerrados en el zoológico de La Plata.