Los trabajadores municipales celebran hoy su día, pero también se cumplen en 2018 diez años de la administración del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría a cargo de la comisión que conduce José Salvador Stuppia. Y el próximo sábado, en el CEMO, se reunirán alrededor de 1.500 personas -en una gran fiesta que incluirá sorteos de dos viviendas- para festejar a lo grande.

"Se cumplen diez años de gestión administrativa, aunque nosotros comenzamos en 2007 pero el primer balance nuestro fue en 2008. Estuvimos dos o tres meses, pero inicialmente cerramos el balance de la gestión anterior y ahí nos dimos cuenta que antes de nosotros todos los balances daban pérdida, el resultado era con déficit. No podía ser eso. Y prometí que a partir de nuestro primer balance íbamos a tener superávit, y tuvimos y tenemos superávit. Desde ese momento a la actualidad, nunca tuvimos un ejercicio con pérdidas. A eso hay que sumarles las inversiones que hicimos en diez años, ya que cuando entramos acá había nada; estaban los clavos nada más; se habían llevado todo. Esto no quiere decir que esos compañeros sean peor, ni que nosotros seamos mejores. Es que hay maneras y maneras de manejar un sindicato, distintas formas de gestionar y de entender el sindicalismo y el gremialismo" comenzó contando José Stuppia, actual secretario general del STMO.

"Cuando entramos todo el tejido gremial y social estaba descompuesto. Estaba todo roto. Tuvimos que refundar el sindicato. No pasó como en otros gremios que pasa de manos y hay un sindicato funcionando. Acá no fue así. Teníamos en ese momento poco más de 300 afiliados y hoy tenemos alrededor de 1.400. Pero también es cierto que nunca salimos a afiliar compañeros; los que se afilian, es por conciencia propia. Y tampoco salimos a apretar a un trabajador para que se afilie. Vienen solos", agregó Stuppia.

"Además de tener déficit, el sindicato -con una antigüedad de 50 o 60 años- no tenía un solo vehículo a su nombre. Y lo primero que hicimos cuando invertimos en vehículos fue ponerlos a nombre del gremio. Lo que pasaba antes era que se iban los dirigentes y se llevaban los vehículos, porque los autos del sindicato estaban a nombre de los dirigentes. Por eso digo que son distintas formas de entender el sindicalismo. Hoy tenemos siete vehículos: dos camionetas, tres autos y dos micros. Un sábado o domingo a la madrugada nos llaman los compañeros y allí vamos, al lugar que sea, para solucionar el problema. Para nosotros el patrimonio de los vehículos es fundamental, porque el sindicato así puede estar en la calle visitando a los afiliados. Para ir a Recalde y Espigas tenemos que hacer 200 kilómetros, y por lo tanto la movilidad es fundamental aunque no vayamos todos los días, pero también vamos a Sierras Bayas, Sierra Chica, Loma Negra, a las salas periféricas, bromatología, etc., es decir son todos lugares diseminados por todo el partido y la gestión sindical tiene que estar presente siempre y en todo momento para asistir a los compañeros. Y a veces no nos alcanzan, ya que tenemos dos micros que los utilizamos para la Colonia de Vacaciones en el verano y para cuando vamos a las marchas, o vamos a ser solidarios con gremios de otras ciudades que están en conflicto" explicó José, quien en sus épocas de pibe fue zaguero central de Ferro Carril Sud y hasta estuvo un año en las inferiores de Racing Club de Avellaneda, club del que es hincha y ello queda reflejado en el termo del mate, que tiene los colores y el escudo de la Academia.

"En cuanto a las camionetas, se usan también para trabajar en el complejo polideportivo que estamos construyendo. Es un plan muy ambicioso con muchísima inversión. Este año hemos invertido alrededor de 7 millones de pesos en el predio, que está entre Avenida de los Trabajadores y calle Fray Romeo, pegada a la ruta. Tiene unas diez hectáreas y hemos hecho un complejo con tres piletas de natación, una semiolímpica, y dos más, siendo una de ellas para niños con capacidad diferentes. Pero queremos compartirlas con toda la comunidad, con los chicos de los barrios que no tienen la posibilidad de acceder a una pileta en la temporada veraniega, con los centros de día, las callejeadas, los jardines maternales. Tratar de sociabilizar todo los recursos, no sólo con los hijos de los trabajadores municipales sino con la comunidad. Tendrá 300 metros cuadrados cubiertos para duchas, vestuarios, baños y una enfermería, con una enfermera permanente. Para terminar, creo que nos faltarán otros 6 o 7 millones de pesos más, pero para terminar esa parte. Después tendrá canchas de fútbol, de básquetbol, etc., ya que es grande el lugar, con 500 metros por 150 metros. Tiene un perímetro de árboles, ya que se hizo una forestación con alrededor de 800 a 1.000 plantas. Es ambicioso, seguramente, pero queremos que esté a la altura de las circunstancias y que colme las expectativas de los trabajadores municipales. Será un lugar de recreación y de contención para los chicos, para practicar deportes. Ese es el sueño que tenemos para terminar" continuó contando Stuppia.

"Nuestra tarea es también cobijar a los jubilados, compañeros que hicieron al sindicato, que hicieron sus bases. Pretendemos brindarles las instalaciones en forma gratuita. También tenemos otro proyecto en marcha y se trata de una mutual, con una cobertura muy importante en salud, con co-seguros. Tratamos de que haya profesionales de la salud en eso, ya que cada compañero que va al médico con el carnet de la obra social, IOMA, le cobran encima un bono arriba de la orden, y nosotros se le devolvemos totalmente ese valor a los trabajadores. Queremos que tengan enfermería grauita, y también todo lo relacionado con los insumos ortopédicos, desde colchones antiescaras hasta camas ortopédicas, así como muletas o férulas, las que sea. Lo que necesiten, se lo compramos y se lo cubrimos totalmente. Y por medio de la mutual los compañeros pueden acceder a distintos beneficios en distintos comercios de la ciudad, como ropa blanca, mercadería, electrodomésticos. También tenemos descuentos en las farmacias. Y tenemos el único boleto obrero en la ciudad: los afiliados vienen al sindicato con el recibo de la SUBE y de lo que gastó en pasajes se le devuelve el 40 por ciento, aunque debe ser un pasajero regular, que tenga unos 50 viajes mensuales. Esto es sumamente importante para el bolsillo de un trabajador", resaltó José.

"Algo más para destacar es que tenemos turismo en todo el país. Es decir que el trabajador municipal puede ir a cualquier lugar de la Argentina, no va adonde quiere el gremio con un paquete sino que va adonde quiere el afiliado, él elige el lugar, y funciona así: puede elegir hotel o cabaña o camping. El afiliado paga el 50 por ciento y al resto de la estadía y pasaje, se lo vamos descontando en cuotas, y lo empiezan a pagar después que regresan de las vacaciones. Si quiere una cabaña u hotel, lo elige, lo contactamos, y antes de ir el afiliado paga el 50 por ciento, y el otro 50 se lo financiamos. Inclusive han ido al exterior, como a Brasil, y se lo financiamos igual, todo con recursos genuinos del sindicato" contó el dirigente sindical.

"Tenemos ese dinero para los compañeros, pero también tenemos un dinero que guardamos para acciones directas, que tenemos guardado siempre. En el último conflicto que tuvimos con el Ejecutivo municipal, por ejemplo, que fueron casi 60 días, se nos fueron más de 200 mil pesos, ya que se nos fueron 80 litros de nafta por día con el generador que estaba prendido continuamente, más las comidas diarias que tenían los compañeros, y los que estaban a la noche elegían lo que querían para cenar. Tenían televisión y calefacción en la carpa. ¿Cómo salimos en esa protesta?, ganando. Siempre salimos ganando. Claro que para ganar una protesta hay que tener una espalda económica, ya que a todos nos gusta hacernos el Che Guevara pero los gastos de todos los días son muchos y a ese dinero hay que tenerlo. Sino perdés el conflicto. Porque una acción directa espasmódica no sirve y no queremos parar porque sino los compañeros pierden 10 mil pesos por mes, por el presentismo y puntualidad que es un porcentaje que es una grosería y queremos bajarlo a un 8 por ciento como máximo y hoy representa un 40 %. No podemos ser tan irresponsables como dirigentes de ocasionarles un perjuicio tan grande en los bolsillos, así que en las próximas paritarias vamos a negociar esto. Estos logros no se consiguen de la noche a la mañana, sino que es una construcción de diez años, en lo que se consiguió el único escalafón que tienen los trabajadores municipales en la provincia de Buenos Aires. Ni Bahía Blanca lo tiene; sólo tienen algo que es sólo parecido. Se recuperó el 4 por ciento de antigüedad por año. Cuando entramos había gente que hacía 20 años que estaban contratados, y los pasamos a planta permanente. También fuimos forjadores de la Ley 14.656, que es una ley provincial duhaldista que reemplaza a la 11.757, que sometía a los trabajadores municipales a un régimen de disponibilidad, y eso era quitarles las garantías laborales, por lo que tuvieron una mayor protección. Este sindicato era anónimo, no tenía identidad, y con nuestras luchas y conquistas logramos imponerlo no sólo acá, sino que somos referentes en la provincia, y también a nivel nacional e internacional. En la última salida de nuestro secretario general, el Cholo García, mostró cómo fue nuestra protesta con los payasos, que afuera nadie entendía, no sabían cómo reclamaban. Los payasos tienen una figura muy fuerte, porque no son agresivos, tienen sensibilidad, empatía, pero con las pancartas que llevaban significaban una imagen muy potente para los empleadores. Eso fue expuesto en el exterior. Por eso, nuestra lucha es permanente", terminó diciendo José Salvador Stuppia.