Según consignó Alan Iud, abogado de la institución al portal de noticias Infojus, el denunciante identificó a Carlos Francisco Aguilar -empresario fallecido en marzo vinculado a las fuerzas armadas y a la iglesia- como posible entregador de un bebé al que no identificó, pero que podría tratarse de Guido Montoya Carlotto, nacido en 1976 durante el cautiverio de su madre, Laura Carlotto, a un matrimonio del campo Los Aguilares.

Como lo hace con todas las denuncias que recibe por sospechas de apropiación, el equipo de abogados de Abuelas comenzó una línea de investigación que fue remitida ahora a la jueza María Servini de Cubría para incorporar a la causa por la apropiación del hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya.

Si bien el abogado aclaró que el denunciante no indicó que podría tratarse de Guido, la aparición del nieto de Estela de Carlotto -el pasado martes- podría acelerar la investigación judicial iniciada en 1992 a instancias de Abuelas de Plaza de Mayo.

En ese marco, y con el testimonio del nieto restituído, el olavarriense Ingacio Hurban, los abogados esperan que la justicia establezca dónde se realizó el parto, la cadena de complicidades civiles como el médico que asistió a Laura, el nombre del funcionario que firmó la partida de nacimiento y los nexos entre los represores del centro clandestino de detención La Cacha -donde estuvo secuestrada- y el empresario señalado.

La restitución de Guido Montoya Carlotto, que fue anotado bajo el nombre de Ignacio Hurban, fue conocida el 5 de agosto, con el informe del Banco Nacional de Datos Genético que confirmó con un 99,9% de certeza que es hijo de Laura y Walmir.

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