Desde que el coronavirus se instaló en la vida de la especie humana, el pasado mes de noviembre o cuando fuera en la República Popular China, no ha parado de dejar marcas dramáticas.

Una más es que, como medida sanitaria para frenar la circulación viral y limitar todo lo posible su altísimo nivel de contagio, desde el inicio de la cuarentena (y antes también) no se realizan sepelios en Olavarría y en toda la Argentina.

Estas restricciones para el contacto social también modificaron rituales de despedida de los seres queridos.

José Maceo, director de Pinos de Paz, tras la reunión de directorio celebrada ayer poco después del mediodía recordó que "en un primer momento intentamos elaborar un protocolo para los velatorios con restricciones y permiso de acceso a las salas sólo para los familiares más directos, pero a las horas se prohibieron los velatorios".

Ante esta proscripción de un ritual muy importante dentro de la cultura occidental, Mabel Caballeri contó que la reacción de los deudos "ha sido de resignación. En realidad la gente está tan metida en el aislamiento y en la cuarentena que lo toma sabiendo que no se puede".

"Acompaña cuando sale el coche fúnebre hasta el cementerio o hasta el crematorio en sus autos particulares, como que ven por última vez a sus familiares dentro del coche" describió.

En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el acceso al cementerio está cerrado, están suspendidos los cortejos y responsos y, al momento de la inhumación, sólo puede haber una persona.

"Ya de por sí un duelo es complejo"

En la provincia de Santa Fe, independientemente de la causa de muerte los deudos sólo tienen unos minutos para despedirse de su familiar en el nosocomio o en el propio garaje de la funeraria, donde se procede a sellar el féretro y trasladarlo al Cementerio Municipal para después dar paso a su cremación o inhumación, según se disponga para el caso.

En Paraná se dejaron de hacer velatorios y no se permite el ingreso a los cementerios. Por su parte en Córdoba, según un protocolo provincial los responsos, velorios, el saludo de la familia y el acompañamiento de allegados en caso de cremaciones o entierros están suspendidos.

Tras la introducción, el presidente del Club Atlético Pueblo Nuevo comunicó que la intención del tanatorio es reanudar los velatorios en Olavarría, que lleva adelante un política sanitaria con muy buenos resultados en la lucha contra la pandemia.

Maceo reveló que el viernes pasado "tuvimos una charla con el Intendente y presentamos un protocolo para hacer velatorios por unas horas, con diez personas en las salas y un montón de medidas, como tomar la fiebre en el exterior, suministrar alcohol en gel a los deudos, limpieza permanente del lugar".

*Vecinos y floristas pidieron la apertura del cementerio

Como en todos los pedidos de flexibilización, Galli debió presentar el escrito a las autoridades provinciales, para luego comunicar la resolución al directorio de Pinos de Paz.

"Igual para nosotros la cosa no cambió nada. El personal no dejó de trabajar nunca, los ambulancieros se han portado diez puntos" dijo.

"Con este tema había miedo, hubo que cambiar muchas cuestiones y a través de Gastón Lucero, que también trabaja para la Cooperativa Eléctrica, se hizo un adiestramiento con el personal, y se tomaron muchas medidas de bioseguridad" precisó Maceo.

El nuevo protocolo que obra en poder del intendente municipal hace hincapié en cuestiones puntuales.

"Determinamos velatorios desde las 9 de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde; en caso de que alguien fallezca a las tres de la tarde, por ejemplo, el cuerpo quedaría en depósito y hacerlo al otro día" apuntó.

"Pedimos que de acuerdo con la capacidad haya un distanciamiento de un metro y medio, con marcas en el piso; cualquiera sea el motivo del deceso, en todos los casos con ataúd cerrado y en la capilla donde está el ataúd no permitir más de dos personas" explicó Mabel Caballeri.

Dentro de estas normas, Pinos de Paz elevó también en el nuevo protocolo la prohibición taxativa de responsos a través de sacerdotes o diáconos.