A mediados de esta semana ingresó al despacho del Juzgado de Garantías Nº 1 de Olavarría la requisitoria de elevación a juicio de una causa que mantuvo en vilo por varios días a la ciudad y conmocionó a la comunidad producto del fatídico desenlace.

Se trata de la investigación por la desaparición y posterior muerte de Carlos Roberto Cordero, cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado y carbonizado a principios de julio del año pasado, tras 10 días de intensa búsqueda.

El pasado miércoles, cuando se cumplieron 10 meses de que hallaran los restos de Cordero en el santuario del Gauchito Gil ubicado en Ruta 226 e Ituzaingó, la fiscal María Paula Serrano, quien coordina la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4 de nuestra ciudad, dio por cerrada la etapa preparatoria de la investigación y giró el expediente al Juzgado de Garantías Nº 1, instancia en la que solicitó a la jueza Fabiana San Román la elevación a juicio.

A partir de ahora la requisitoria será puesta en manos de las diferentes partes. Por un lado se encuentra un abogado que se desempeña como particular damnificado de la familia de Carlos Cordero.

En tanto que del otro lado se ubican las defensoras oficiales Soledad Kelly, de Olavarría, y Adriana Hernández, de Azul, quienes asisten a los dos procesados y detenidos por el homicidio, Claudio Daniel "Chaco" Ibarra Arrieta y su pareja, Anabella María José Landalde.

Una vez que todas las partes revisen la causa y se proclamen acerca de la misma, el expediente volverá al despacho del Juzgado de Garantías Nº 1.

Será la jueza San Román quien tenga la última palabra y resuelva si están dadas las condiciones para que la causa sea dirimida en un juicio oral y público. La requisitoria fue elevada bajo la carátula de "homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por su comisión con alevosía".