Los rubros considerados como grandes generadores de puestos de trabajo -construcción, automotrices, alimentación y agricultura, entre muchas otras- no podrían desplegar su potencial si no fuera por la metalúrgica y la metalmecánica.

Estas dos últimas son la que permiten contar con las herramientas, componentes e insumos para la labor en cualquiera de las actividades antes mencionadas. La metalúrgica es uno de los motores para la creación de empleo ya que, se estima, el 90% de las empresas de la Argentina son pymes y son éstas las que contribuyen con más del 80% de la mano de obra nacional. En el país existen más de 24.000 industrias metalúrgicas en plena actividad.

Pero, además, el sector ha logrado posicionar al país en puesto de importancia en lo que a desarrollo industrial se refiere. En ese este escenario, metalúrgica y metalmecánica van casi de la mano. El sector es también un campo en el que la inversión, la innovación tecnológica y la ampliación productiva están a la orden del día. Un estudio dado a conocer en 2006 del departamento de Estudios Económicos de la Asociación Argentina de Industriales Metalúrgicos, ya había señalado que una de cada 3 empresas tiene entre sus planes la incorporación de nueva mano de obra y que 7 de cada 10 empresas cuenta con un plan de inversión o ampliación productiva en marcha o en vías de implementación.

Por otra parte, hoy se cumplen 103 años de la fundación de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Admira), y a partir de esa acción concretada un 5 de junio de 1904, la industria metalúrgica comenzó a desarrollarse junto a otros sectores económicos y productivos del país. Admira es la única entidad gremial empresaria de segundo grado representativa de la industria metalúrgica y metalmecánica en el ámbito nacional y reúne a 56 cámaras activas, tanto sectoriales como regionales.