Livae Nanjikana y Junior Qoloni, viajaban entre las islas del mar de Salomón en una embarcación de siete metros cuando fueron sorprendidos por una tormenta pocas horas después del comienzo del viaje, el 3 de septiembre, informó en las últimas horas la agencia de noticias Ansa.

A causa de la "fuerte lluvia, de las densas nubes oscuras y de los fuertes vientos", dijo el viernes Nanjikana a la Solomon Islands Broadcasting Corporation, "perdimos de vista tierra firme" y cuando la batería de su GPS se descargó llegó la noche, apagaron el motor de 60 caballos para ahorrar combustible.

La primera noche transcurrieron bajo cubierta, al reparo de la lluvia y del viento que empujaba la embarcación siempre más al mar. En los primeros nueve días comieron las naranjas que habían llevado para el viaje.

Terminada esta provisión, comenzaron a recolectar agua pluvial con una bolsa de tela y sobrevivieron gracias a algunos cocos que flotaban que hallaron en el recorrido.

"Pero sobre todo gracias a la fe en Dios porque rezábamos día y noche", resaltó Nanjikana.

El hombre señaló que "Dios nos aconsejó construir un dispositivo para navegar y así construimos una estructura similar a un árbol usando remos y tela y zarpamos siguiendo la dirección del viento".

El viento los llevó a la isla de Nueva Britania, a 400 kilómetros de la costa de Papua Nueva Guinea, donde avistaron un pescador que los salvó. Télam