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Podría decirse que al proyecto anunciado por Cristina por cadena nacional y que propone pagar a los bonistas reestructurados en la ciudad de Buenos Aires habría que evaluarlo con el diario del lunes, es decir, después de aplicado. Porque que el proyecto sea bueno o malo dependerá de su nivel de eficacia. Lo mismo pasó con la propuesta oficial para el blanqueo de capitales. En su momento nadie podía suponer de antemano sobre las bondades del proyecto hasta no verlo andar.

En este caso, no es posible saber si el anuncio apunta más a lo político que a lo económico-financiero, esto es, si la Presidenta buscó articular astutamente una estrategia política para exponer a la oposición y si realmente quiere una alternativa al fallo del juez Thomas Griesa. Por un lado, busca potenciar los dividendos políticos que le está dando su enfrentamiento con el juez norteamericano y, por el otro, expone a los candidatos presidenciales de la oposición a una dicotomía creada y simplificada de "Patria o buitres" o cosas por el estilo.

Mauricio Macri fijó su posición en contra de la propuesta oficialista; el radicalismo se abstendrá, aunque ahora le prometió a la gente del Frente Renovador de discutir su proyecto alternativo; y el Frente Renovador, que ya lo tiene esbozado, todavía no lo quiere dar a conocer por temor a que se lo reciba como algo cerrado. Lo cierto es que la idea del massismo es establecer primero las causas históricas que han llevado al país a esta situación, que "es mirar la película y no la foto", apuntó un alto dirigente del espacio.

Pero Sergio Massa no prometió un análisis, sino una propuesta alternativa. La misma fuente señaló al respecto que "el fallo del juez Griesa es de un carácter irracional y de muy difícil cumplimiento", pero el proyecto presidencial también avala la reestructuración del canje de 2010, con todas las cosas oscuras que tuvieron, como también las estadísticas del Indec". Hablarían de investigaciones judiciales sobre presuntas denuncias por tráfico de influencias contra el vicepresidente Boudou y otros.

El massismo propondría utilizar las facultades que tiene el Banco Central para poder girar los pagos a bonistas a través de bancos europeos, por ejemplo de Francia, que tiene "una formidable ley antibuitre", precisó. De esa manera, el Frente Renovador piensa salir airoso del desafío lanzado por Cristina en su última cadena nacional.

Costos y beneficios

Lo cierto es que el proyecto presidencial, si bien propone una reafirmación de la soberanía, también transgrede algunos pactos firmados en 2005 y somete al país a un eventual descrédito internacional, fundamentalmente para los organismos de crédito. Es decir, es una pelea soberana, pero con plazos limitados a 2015. En este caso, y como expresó un observador local de la política, "parafraseando a Yupanqui, Cristina diría: los réditos políticos actuales son de nosotros, pero los costos futuros serán ajenos".

Porque si bien desafía a quienes vengan después de 2015 a continuar con la misma posición, también es cierto que lo coloca al país al margen de toda financiación internacional. Y eso es totalmente nocivo para un país que necesita tanto del crédito foráneo, ya no para financiar el déficit estatal sino para construir las obras de infraestructura que tanto se necesitan. Los argentinos están padeciendo hoy la falta de energía propia a partir del descomunal aumento en las tarifas de servicios. Los incrementos en el gas llegan hasta el 500 por ciento, el precio de los combustibles sube desmedida e indetenidamente y con él, el valor de los costos de producción, y la inflación, como consecuencia de estos incrementos, golpea cada vez más el bolsillo de los argentinos. Entonces, los buitres, los demás bonistas y Griesa incluido no es un tema de la macroeconomía, sino que se refleja y se reflejará progresivamente en la vida cotidiana de los argentinos. Y esto, si no se le encuentra una rápida solución racional y sustentable, será el próximo infierno nacional, pero no del próximo gobierno sino de todos los argentinos. Sin embargo, algunos políticos como Maurice Closs, gobernador de Misiones, gasta 830.000 pesos para instalarse en las redes sociales. Es decir, mientras la tormenta acecha, este señor sólo piensa en cómo preservarse en el poder y de la manera más bizarra.

El tarifazo y las respuestas

Y la gente se defiende como puede de este mazazo tarifario del gas. En Mar del Plata, las tres ONG encargadas de la defensa de los derechos del usuario y del consumidor están a punto de lograr una cautelar para ponerles un freno a los recientes aumentos que van desde "un 250 a un 500%", según expresó a este medio el abogado marplatense que presentó el amparo, Fernando Navarra.

La diputada Liliana Schwindt dijo que le pidió a su par del oficialismo Juan Cabandié que suspendieran la quita de subsidios para Olavarría durante los meses de julio y agosto, que son los meses más fríos en la región. Por su latitud, la ciudad es muy castigada por crueles inviernos, con temperaturas por debajo de cero y, por ende, muy diferentes a las que se dan en Capital Federal que es el sitio que toman de referencia quienes deciden quitar los subsidios. Increíble pero cierto, total el interior del país que se las aguante.

A Cabandié le pareció buena la propuesta y se comprometió a hablar con el ministro De Vido, pero a los veinte días le dijo a la legisladora local que "no se podía hacer nada". Nuevamente, el interior pagó por la desinformación y la desaprensión de quienes deciden las medidas.

Ahora, el oficialismo propone crear el Tribunal de Defensa del Consumidor. ¿Deberá resolver sobre el tarifazo del gas o lo que respondió Cabandié es el preanuncio de cómo va a actuar?

En caso de que el amparo prospere en Mar del Plata, Olavarría tendrá que plegarse a esta lucha por la defensa del usuario y del consumidor, por lo tanto, tal como lo hizo en 2009, la OMIC local deberá canalizar todos los reclamos y presentarse a la Justicia con una medida similar a la marplatense, porque aquí no hay ONG que se dediquen específicamente a estas problemáticas. Está por desembarcar una filial de Cruzada Cívica de la mano de la diputada Schiwndt, pero no se sabe si llegará a tiempo.