Daniel Lovano

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"La coronación de los chicos no fue cosa de un día, de un mes o de un año; fue la culminación de un largo camino y de muchos años de estudio".

De este modo sintetizó la profesora Julieta Trovato la medalla de oro lograda hace 8 días por sus alumnos de la Escuela Nacional "Adolfo Pérez Esquivel", Agustín Rodríguez Muñiz y Donato Pellegrini, en la 30º edición de la Olimpíada Argentina de Biología, organizada por la facultad de Ciencias Exactas, Físico - Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Los chicos además quedaron en una selección de 15 estudiantes de todo el país que en los próximos meses asumirán los procesos selectivos para definir a los ocho pibes que integrarán los dos equipos argentinos que competirán de los certámenes internacionales de Biología durante 2022, con sede en Perú y Armenia.

Detalles empezarán a conocer luego de una reunión de la que hoy participarán los tres.

Agustín Rodríguez Muñiz tiene 17 años, pasó con excelentes calificaciones de quinto a sexto año en el colegio secundario de la Unicen y está cursando materias del CBC en la UBA, donde seguirá la carrera de medicina en 2023.

Donato Pellegrini aún tiene 16 años y comparte con Agustín no sólo el desempeño escolar, esta medalla de oro, sino también el aula en la división "Stephen King" de la ENAPE.

Julieta es su profe de Biología, la mentora y la acompañante de ambos en esta aventura que se coronó luego de varios intentos, que comenzaron allá por 2018.

Ella fue la encargada de explicar cómo desde el edificio de la avenida Del Valle casi al 6.000 se llegó en el sudoeste cordobés a la cima en el orden nacional.

"Estas olimpíadas en la Escuela arrancaron en 2011 por iniciativa de la profesora Malvina Lascano, que también ha acompañado a los chicos, y desde entonces de modo ininterrumpido nos hemos presentado en los certámenes de nivel I y nivel II" señaló.

"La Olimpíada tiene tres etapas" aclaró: una colegial, una intercolegial a nivel local y el gran objetivo de todos, que es la instancia nacional en Río Cuarto.

En la porción colegial se presentaron todos los estudiantes interesados de cada escuela, de los que por orden de mérito -tras una evaluación- subsistió un equipo integrado por tres titulares y tres suplentes.

A la ronda intercolegial asistieron todas las escuelas de Olavarría; los puntajes logrados allí se cotejaron con los de todo el país y los mejores llegaron a la instancia nacional, donde los esperaba un nuevo orden de mérito para dirimir la medalla dorada, los otros dos integrantes del podio y todas las menciones.

"Fue todo un proceso; en mi caso vengo participando desde 2018. Es estudio, práctica, de ponerse a leer, e ir buscando sin pausas saber un poco más de tema. En 2019 con Agus y con Bianca Lescano obtuvimos la séptima mención -o 10º puesto a nivel nacional- y en 2020 nos quedamos con la sexta mención", recordó Donato.

En todos los casos pusieron a prueba sus conocimientos en el amplio espectro de la biología, como temario.

"Abarcamos desde biología celular, pasando taxonomía, evolución, ecología, todo lo que vamos viendo a lo largo de la escuela y también debemos ver cosas que acá no vemos, entonces fue necesario buscar información en distintos lugares. A diferencia, antes de la pandemia iba mucho más a lo teórico y en este contexto armaron un cuestionario como para tener que pensar, interpretar gráficos. Fue otra dinámica, y también una prueba un poco más difícil" evaluó Agustín.

El equipo conformado por Agustín y Donato quedó por encima en el podio del Instituto Libre de Segunda Enseñanza de Buenos Aires y la Escuela Escocesa San Andrés de Olivos. El Instituto Nuestra Señora del Rosario de Olavarría se quedó con la cuarta mención.

A pesar de las dificultades por la emergencia sanitaria, esta particular edición del certamen nacional de la OAB registró la participación de 100 equipos de distintos lugares del país.

La comunicación con los examinadores fue a través de una llamada de "Meet" a la escuela.

"En cualquier momento podía ingresar gente de la UNRC, nosotros teníamos un formulario de Google, lo abríamos, íbamos completando las respuestas y las mandábamos" contó Agustín.

Donato apuntó que "fueron dos pruebas, una teórica y otra práctica. La parte teórica duró dos horas y media, fueron 18 preguntas de verdadero o falso con 5 opciones la mayoría, y después de un intervalo de media hora la prueba práctica de 90 minutos".

"Todos los exámenes prácticos estuvieron enfocados a algún tema específico. Una semana antes avisan de que se trata, en nuestro caso fue de genética. Fueron diez consignas a responder, entre verdadero - falso, interpretación de simulaciones y esas cosas" acotó.

Entrenamiento especial no hubo, confesó la profe Julieta Trovato: "Como la instancia fue nacional, no se ajustaba al diseño curricular de nuestra escuela, ni a nivel provincial. Fue todo mérito de ellos, porque en el contexto en el que estamos es muy complejo lograr un espacio donde los pudiera acompañar".

"Se prepararon a nivel universitario. La evaluación fue súper elevada. Por más que hayan transitado todos los años de biología en la Escuela, los contenidos que les pidieron fueron del último año, que aún no vieron, e inclusive se trabajó con bibliografía de la universidad" acotó la docente.

En cuanto al material consultado, los libros de referencia para Donato y Agustín fueron el "Curtis" y el "Campbell", aunque en el caso de Agustín contribuyó todo lo que necesitó para la cursada de biología en el CBC de la UBA. Por supuesto, al amplio mundo de Internet también estuvo a disposición.

Aunque ambos son brillantes también en matemáticas, según el dato aportado por la profe, su destino universitario estará signado por la biología.

De hecho, Agustín ya optó por la carrera de medicina en la UBA y Donato no tiene decidido entre microbiología o biología general para luego completar con alguna especialización.

Hubo eliminatorias, preparación, exámenes, pero también expectativa y sumo nerviosismo el martes de la semana pasada, mientras seguían por el canal de Youtube de la Universidad de Río Cuarto la proclamación de los ganadores, en una especie de "count down" que se hizo interminable.

Separados en el momento de la espera.

Agustín desde el departamento de su hermana en Buenos Aires.

"Fue muy loco, porque iban pasando los puestos desde atrás para adelante, se iba acercando el podio y a medida que transcurría la ceremonia teníamos más chances de quedar arriba, pero nosotros no aparecíamos. Cuando no nos nombraron ni en la medalla de plata dije ''bueno, ya está; quedamos re abajo, esta vez no será para nosotros''. Cuando dijeron el nombre de nuestra escuela fue una euforia total" reveló.

El lomanegrense Donato Pellegrini lo aguardó en familia.

"Cada vez que subían un puesto crecían los nervios ante la incertidumbre de si nos había ido tan bien o mal, pero llegó un punto que me bajoneé un poco porque parecía imposible llegar tan alto. Cuando ya dijeron ''Escuela Nacional A...'' mi casa fue una locura, una emoción muy grande. Nos abrazamos con mi mamá, mi papá, mi hermano. No lo podíamos creer" relató.

Como el comienzo, el final de la charla en una de las aulas de la Escuela Nacional "Adolfo Pérez Esquivel" (mientras el resto del edificio estaba copado por alumnos egresados de sexto año pintando las instalaciones) fue de Julieta Trovato.

Para la profe el compromiso resultó casi de similares características a estar frente a la mesa de examinadores de la Universidad de Río Cuarto: definir a Donato y Agustín.

Pero aceptó el desafío: "Los chicos son excelentes. Los conozco desde primer año; no sé si tienen la suerte o la desgracia de padecerme (risas), pero la verdad es que su desempeño es brillante y su perseverancia en todo lo que hacen es la que los condujo a este logro".

"Son buenos estudiantes, son buenas personas. Tienen todas las cualidades necesarias para acceder a esta definición. Funcionan como un equipo; siempre los he visto así y me cuesta diferenciarlos. Además, son amigos" cerró.

"El certamen apunta a despertar el interés por la biología"

La doctora Marisa Rovera, decana de la facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto destacó el trabajo realizado por docentes, graduados y los distintos equipos de gestión pública para sostener este evento a lo largo de tres décadas.

"Realmente lo vivimos con un gran orgullo y una gran satisfacción porque 30 años es mucho tiempo. Sostenerlo de manera continuada ha sido fruto del esfuerzo y compromiso de mucha gente, desde las distintas gestiones públicas, los equipos docentes, el Comité Organizador y el Comité Académico, al cual se han ido incorporando diferentes docentes y graduados" valoró.

La decana remarcó que aún en contextos adversos, la Olimpíada Argentina de Biología sigue adelante y cada vez son más los estudiantes de nivel secundario que participan.

"Este tipo de certámenes que apuntan a despertar el interés por la biología y motivar a los chicos en esta disciplina, también tienen un fuerte contenido en lo que hace al vínculo. Esas vivencias tienen un significado especial en la presencialidad, pero aun así, en pandemia se ha logrado sostener la propuesta, cambiando y realizando adecuaciones pedagógicas y didácticas", afirmó la decana en declaraciones que reproduce el portal de la casa de altos estudios.

El doctor Matías Pellegrino, docente de Exactas e integrante del Comité Ejecutivo de la Olimpíada Argentina de Biología, valoró el esfuerzo realizado por docentes y graduados para poder sostener esta propuesta de vinculación educativa durante tres décadas de manera ininterrumpida, y especialmente, en el segundo año que se organiza en medio de una pandemia.

Pellegrino reflexionó sobre el impacto que generó un tiempo de coronavirus planetario respecto a la valoración social de la ciencia en general y de la biología en particular.

En este marco, Pellegrino remarcó que "en esta crisis sanitaria quedó en evidencia la importancia que tiene la ciencia y, sobre todo, el área de las ciencias biológicas en la resolución de las problemáticas de la pandemia, como el desarrollo de vacunas, producción de kits y todas las investigaciones vinculadas a esta enfermedad realizadas por nuestros científicos".

El biólogo señaló que "a partir de la pandemia por Covid-19, muchos conceptos propios de la biología que antes eran desconocidos por la mayoría de la gente, empezaron a estar en boca de todos".