"Actualmente la gastronomía está sufriendo lo que está sufriendo todo el país. Hay un poco de tranquilidad en algunos sectores, aunque nosotros gracias a Dios estamos trabajando en forma normal ya que justamente en estos momentos Olavarría tiene mucho movimiento ya que hay empresas que han venido a trabajar o que están haciendo distintos emprendimientos, como Loma Negra, o bien que hacen algunos trabajos en la zona, y entonces esa gente viene a comer. Pero reconozco que ha aflojado un poco" dice Enrique Schneider, el "Ruso" para todos, con con más de sus setenta y pico sigue firme en la caja del Restaurante Olavarría, el mismo que fundó hace ya casi 39 años.

"No es lo que era hace un año o dos atrás. Ha cambiado un poco, se nota. Nosotros tenemos una capacidad en el restaurante para 180 cubiertos y a la noche lo llenamos, pero al mediodía estamos en alrededor de los cien comensales, o un poquito más. Los fines de semana trabajamos muy bien, sobre todo los fines de semana largos que estamos trabajando bastante bien" siguió contando Enrique, quien en sus años más jóvenes supo andar de camionero, pero un día vio que la mejor opción era la gastronomía y abrió su local en Necochea y Avenida Pringles, y ahora está a unos metros nomás, yendo para Dorrego, justo enfrente de la estación del ferrocarril.

"Siempre hay dos platos del día, ya sea al mediodía o a la noche. Eso es permanente. Este viernes, por ejemplo (la entrevista fue realizada ese día, precisamente), hay napolitana con puré o una pasta. Y cada día van cambiando, por supuesto. Claro que el que no se adapta al plato del día, puede comer a la carta" señaló Schneider, quien en el equipo de trabajo cuenta con sus tres hijas: Silvia, que está a cargo "del papelerío, es decir la parte administrativa, y también de las compras; Flavia en la cocina, que vigila la salida de las comidas para que no haya ningún error en los pedidos, y Natalia que ayuda en el comedor durante la noche".

"El 25 de febrero se van a cumplir 39 años de que tengo el Restaurante Olavarría. El comienzo fue en la esquina de Necochea y Pringles, pero fue quedando chico y por distintos motivos cambiamos de lugar, donde estamos justamente hace veinte años. Y dentro de poco abriremos otro local", agregó Enrique.

Y allí fue precisamente donde Silvia apareció para contar que "voy a poner una empanadería. Estará en Pringles entre Avenida Colón y Alvaro Barros, donde antes estaba la pizzería Sauce. La idea es abrirlo en enero y será un negocio para llevar, como delivery, no para comer allí. Quiero abrir recién en enero porque diciembre en el restaurante hay muchísimo trabajo y al finalizar ese mes ya se van las empresas y se toman vacaciones los empleados, por lo que en enero estaremos más tranquilos. La empanadería tendrá productos varios, pero también para celíacos, ya que queremos abarcar a todo el público, será un negocio que será completo en ese aspecto, pero aún estamos en obras y esperamos que en enero se haga realidad", terminó contando Silvia Schneider.