Nora se acercó al CAJ de Olavarría para solicitar su acta de nacimiento y así poder iniciar las gestiones judiciales para obtener la filiación y el acta de defunción de su padre, a quien no conoció. Cuando tenía dos años, su madre se marchó con su hermana Miryan, entonces bebé, y quedó al cuidado de su abuela y su abuelo, y luego por tías y tíos.

Acompañada por el equipo del CAJ de Olavarría, decidió buscar datos sobre su hermana y pudo acceder al acta de su nacimiento, donde constaba que la niña había sido dada en adopción a una familia en 1975, con siete años de edad. A partir de ese acto, Miryan -hermana de Nora- pasó a apellidarse Vallejos. A través de la Unidad de Atención Integral (UDAI) de ANSES, el CAJ logró conocer que Miryan se encontraba viviendo en Castelli, también en la provincia de Buenos Aires.

Sin perder más tiempo y gracias a la colaboración de una persona de la Municipalidad de Castelli, las hermanas se pusieron en contacto telefónicamente y más tarde se reunieron en Castelli.

Nora volvió al CAJ para transmitir la alegría que la colmaba, sin embargo un nuevo capítulo comenzaba: ahora ambas hermanas querían conocer el paradero de su madre biológica, y a través del sistema informático de los CAJ (SICAJ), pudieron saber que se encontraba radicada en Río Gallegos, Santa Cruz, dado que según los registros, un año atrás había obtenido asesoramiento y acompañamiento por parte del equipo del CAJ de Río Gallegos.

El equipo del CAJ de Olavarría se puso en contacto con el equipo del CAJ de Río Gallegos, quienes mediante distintas consultas fueron informados de que la madre de Nora y Miryan tenía además un hijo, Pablo, y una hija, Andrea, radicados en Río Gallegos. Pocos días después, Andrea se puso en contacto con la sede de Río Gallegos y manifestó que sabía que tenía dos hermanas y que estaba buscando dar con ellas.

Nora se reunió nuevamente con el equipo del CAJ de Olavarría, quienes compartieron con profunda emoción la información que les transmitió el equipo del CAJ de Río Gallegos.

Al ver su familia ampliada, Nora afirma que el trabajo de los CAJ le cambió la vida y contó con felicidad: "Ahora me siento más importante en la vida, pudimos encontrarnos. Hay personas que por miedo no quieren hacer nada, y a mí me cambiaron la historia de mi vida".

Por estos días Nora, Miryan, Andrea y Pablo organizan un encuentro familiar en Río Gallegos para mediados de febrero.