En Olavarría hay unos 2.000 chicos que no estudian ni trabajan, pero sus historias áulicas se van diluyendo porque no están nominalizados. Es decir, no se sabe quiénes son, cuál es su situación social, si están fuera del sistema educativo, asisten con interrupciones u optaron por seguir en Adultos.

Unicef dice que sólo el 30% de la matrícula bonaerense completa su trayectoria escolar a los 17/18 años.

Es un ejército cuando uno lo piensa en términos de la población económicamente activa" y cuando "se plantea un modelo de desarrollo de la industria, una diversificación industrial, ya que se requiere de adultos con competencias y es necesario desarrollar capacidades cognitivas con calidad educativa", analiza la licenciada Patricia Seijo, subsecretaria de Indicadores Locales de la Municipalidad en diálogo con EL POPULAR.

La funcionaria mira con recelo la enseñanza secundaria que mejoró las tasas de promoción y redujo la deserción, pero aumentó en repitencia y extraedad. Un cóctel preocupante al que le suma, como condicionantes de peso, un presupuesto insuficiente, infraestructura deficitaria, con baja calidad en la enseñanza y abandono. No hay nombres ni apellidos, pero sí datos puntuales del Censo 2010 y la Encuesta de Hogares que "nos pegaron en la cara sobre los chicos que dejan la escuela y no tienen empleo: en Olavarría hay 2.000 chicos fuera del sistema educativo; que son menos entre 15 y 18 años, y aumenta entre 18 y 24 años", enfatiza la profesional.

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