La situación presupuestaria en las universidades nacionales es una preocupación que afecta no sólo salarios de docentes y no docentes, sino que también perjudica notablemente las posibilidades de capacitación y aprendizaje de los estudiantes. Este mes se supo que no se abonarían las becas "Estímulo a las Vocaciones Científicas" del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que en la Unicén cuenta con más de 50 becarios.

La Universidad Nacional del Centro, con tres sedes en Olavarría, no está exenta de esta realidad, donde los estudiantes han comenzado a realizar asambleas para definir medidas, entre las cuales se destaca la posibilidad de tomar los edificios. En nuestra ciudad, la Unicén tiene alrededor de 3.000 estudiantes y unos 700 empleados entre todas las sedes.

Desde el martes estudiantes mantienen la toma en el Campus Universitario de la ciudad de Tandil, para visibilizar los reclamos presupuestarios y por salarios.

En Olavarría, este jueves por la tarde se realizó una masiva asamblea en la Facultad de Ciencias Sociales, que incluyó una jornada de pintada de afiches, convocada por el Centro de Estudiantes, pero que contó con la participación también de docentes y no docentes de la Facultad.

Uno de los puntos de la asamblea fue evaluar la posiblidad de tomar el Campus Universitario, pero en la votación, ganó la negativa.

"La lucha no para ya que la universidad pública se encuentra en serio riesgo. Más allá de la última oferta de recomposición del salario docente del gobierno, la cual consideramos insuficiente, la situación presupuestaria sigue siendo de gravedad y golpea fuertemente a les estudiantes. El recorte del presupuesto vulnera el derecho a estudiar de muchos estudiantes puesto que afecta las políticas de bienestar como becas, comedor, residencias, etc; así como también se han paralizado obras de infraestructura necesarias para una educación gratuita y de calidad", se informó desde el Centro de Estudiantes.

Tras una discutida asamblea, comenzó la toma del edificio de Ciencias de la Salud

Añadieron al contexto la rejerarquización del área de Ciencia y Tecnología, que dejó de ser ministerio para ser secretaría, y la desaparición del ministerio de Salud. "Entendemos que con estas medidas de ajuste están en riesgo el derecho a la salud, la educación y el desarrollo científico-tecnológico del país" se interpretó.

Distribución

La Facultad de Ingeniería convoca a unos 1.400 estudiantes de grado y posgrado, mientras que en la Facultad de Ciencias Sociales tiene alrededor de 450 estudiantes. Cada sede tiene su propio presupuesto, asignado por la Universidad Nacional del Centro, la cual para este año -y por ley- debe recibir en total 1.470 millones de pesos para su funcionamiento en el total de las sedes de Tandil, Olavarría, Azul y Quequén.

En tanto, la Escuela Superior de Ciencias de la Salud tiene unos 900 estudiantes, mientras que la Escuela Nacional (Enape) tiene unos 335 alumnos. En ambos casos, el manejo presupuestario de los establecimientos educativos está en manos de la Unicén.

Cabe señalar que tanto este año como en 2017, desde las universidades se denunció la subejecución presupuestaria, así como se señaló que el crecimiento de los fondos no acompaña al ritmo inflacionario.

En el caso de la Facultad de Ciencias Sociales se hizo hincapié en que el problema central se ubica en el "desequilibrio" de la distribución presupuestaria: mientras 96,69% se destina a salarios, sólo 3% queda para invertir en el funcionamiento. Es decir, en una proporción absolutamente menor de la inversión es la que se destina a limpieza y pagos de servicios, caja chica (movilidad e insumos), contratos y becas, reparaciones, entre otros gastos que se requieren para el normal trabajo. Esta situación es la que se define el "desfinanciamiento" de la educación y se prevé que el panorama será más complicado en la definición de la nueva paritaria.