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De acuerdo a las cifras dadas a conocer por el Indec, las exportaciones de carne vacuna argentina totalizaron en enero unas 48.218 toneladas peso producto que, llevado a equivalente carcasa, suponen unas 68.931 toneladas de res con hueso, un 12% más que las 61.522 toneladas registradas enero de 2020, cuando el mundo recién comenzaba a alertarse de lo que luego devendría en una pandemia.

A pesar de la recuperación de los volúmenes embarcados en comparación con lo exportado un año atrás, en términos de facturación las secuelas de la pandemia aún siguen impactando. Los embarques de enero 2021, aportaron unos USD 199 millones, resultando 12,0% inferiores a los USD 226,1 millones obtenidos en enero de 2020, lo que responde exclusivamente a la drástica caída de precios que nos dejara el 2020.

El precio FOB promedio por tonelada peso producto en enero fue de USD 4.127, un 23,2% menos en un año y uno de los más bajos desde 2009. Como es sabido, ya desde fines del 2019, el gobierno chino ha estado aplicando una serie de medidas para contener la suba de precios de importación suscitados a raíz de la crisis de la PPA (peste porcina africana). Tras la irrupción de la pandemia, esos controles se intensificaron argumentando la necesidad de velar por la inocuidad de todos los alimentos ingresados a sus puertos. De este modo, China no solo logra eliminar la burbuja generada en 2019 (al pasar de los USD 5.500 pagados en diciembre a niveles de USD 4.000 en tan solo dos meses), sino que deprime los valores un 27,6% más en el transcurso del año, llegando a enero 2021 con valores medios de USD 3.383 por tonelada.

En el caso de la Argentina, cuyas exportaciones se concentran en un 75% hacia ese destino, el impacto de esta política de compras que ejerce China, sobre el total exportado por nuestro país resulta verdaderamente significativo.

En efecto, la brecha entre lo que pagó la nación asiática y el mercado europeo en enero es el doble -USD 3.383 vs USD 7.760 por tonelada-, aun en un contexto europeo que todavía contiene los efectos de la pandemia.

Ahora bien, analizando la trayectoria de ambos destinos vemos que, mientras China permanece estabilizado por debajo de los USD 3.500 desde hace ya siete meses y de acuerdo a la política de compra que viene implementando su gobierno, no se vislumbran grandes mejoras en el mediano plazo, Europa comienza a dar las primeras señales de recuperación, las cuales se reflejan en una mejora de los valores pagados durante el último mes. Con respecto a diciembre, los valores promedio pagados por los países de la UE aumentaron por primera vez un 19% tras cuatro meses de franca caída. Si bien estos son datos representan el primer mes de quiebre de tendencia, los valores relevados por la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA) confirman el sostenimiento de esta suba durante el mes de febrero, perspectiva que comienza a consolidarse en la industria de cara a los próximos meses.

Según los datos publicados por APEA, los importadores europeos ya están pagando entre 12.000 a 13.000 dólares por tonelada por los cortes como el Ramp & Loin Hilton o el Bife Ancho, valores que muestran una suba cercana al 25% en los últimos 15 días al tiempo que duplican los USD 6.000 por tonelada que llegaron a pagar por estos mismos cortes a mediados de noviembre del año pasado.

En efecto, esta mayor demanda europea se está viendo reflejada en la suba del precio del novillo pesado que, desde principios de octubre registra un aumentó en su valor de más del 26% en dólares, al pasar de los USD 2,68 el kilo a gancho a los USD 3,65 actuales. En este sentido, la baja oferta argentina de esta categoría de hacienda también contribuye a presionar al alza los valores de la Hilton, donde nuestro país es claro formador de precios.

Por el lado la demanda, entre los factores que sostienen estas primeras señales de recuperación, se encuentra sin dudas el avance favorable de los programas de vacunación en toda Europa y el descenso que comienza a observarse -por regiones- en el número de contagios diarios y su nivel de incidencia.

Como todos los años, el inicio de la temporada de primavera y verano boreal, supone un aumento en la circulación de turistas y consecuente aumento de la demanda en todo el sector de hoteles, bares y restaurantes, tan castigado por los efectos de la pandemia.

Este año, esa recuperación ya puede vislumbrarse a partir del mes de abril por lo que los importadores europeos ya han comenzado a tomar posición, reabasteciendo un canal, hasta entonces prácticamente casi vacío. El despertar de Europa, pone nuevamente en juego el novillo argentino, lo que supone una gran oportunidad para nuestro país de poner en valor esta producción, pero al tiempo, el gran desafío de recuperar el terreno perdido en esta categoría y hacerlo de manera sostenible.