En principio, Mariano Ciancio, presidente de la Junta Vecinal de barrio Juan Martín de Pueyrredón que además integra la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida local, señaló que "venimos andando desde el 12 de marzo porque esto nos hizo reinventarnos a todos. Teníamos un proyecto para hacer un trabajo social, nos encontramos con esta pandemia y tuvimos que empezar de cero".

Desde su función en el Municipio, planteó que para la toma de decisiones "fuimos viendo a medida que íbamos andando. Desde esa fecha hasta el día de hoy no hemos dejado de estar en los barrios, desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida nos dejaron trabajar. Nos acompañó muchísimo Diego Robbiani y está con nosotros en el territorio juntamente con la subsecretaría de Desarrollo Social de Silvana Rosales no hemos sacado el pie de ningún barrio hasta el día de hoy y no lo vamos a hacer", enfatizó.

El dirigente reconoció que "la demanda es grande", pero aclaró que merced a los distintos aportes estatales "después al ver que estaba el Municipio presente, que el SAE entregaba la mercadería cada 15 días más la tarjeta Alimentar y ayudas de algunas organizaciones eso hoy diría que está contenido".

Sin embargo, reconoció que "puede haber algún lugar donde todavía estén pidiendo o reclamando pero creo que en un 90 por ciento se está cumpliendo con eso. Hemos acompañado, no hemos tenido ningún problema. En el momento de pico de la pandemia hemos llegado a entregar casi 10.000 bolsas".

En definitiva, en la actualidad "la gran demanda en los barrios es la falta de trabajo. La persona que trabajaba de changas, el albañil, el que cortaba el pasto, el pintor hoy está sin eso; el que está en el trabajo informal en general está complicado", definió Ciancio.

Para concretar esa cercanía con las familias más necesitadas, "tenemos el apoyo del intendente Ezequiel Galli para trabajar con esta tranquilidad y poder estar cerca de la gente. Hoy la situación amerita que estemos cerca de la gente, acompañándolos en todo lo que sea necesario y esté a nuestro alcance. Seguramente algo se nos pasa o en algo no hemos conformado a alguien pero estamos para escuchar, estuvimos presentes cada vez que se nos solicitó y eso para nosotros es muy importante y para el vecino también", remarcó el dirigente.

"Un poquito mejor"

Por su parte, Facundo Galanti, presidente de la Sociedad de Fomento de barrio Independencia, evaluó que por estos días, "andando en los barrios veo que la situación está un poquito mejor controlada que hace unos meses atrás".

La mejora observada se sustentaría en "esta posibilidad de que algunos comiencen a poder trabajar, más que nada los oficios, como los albañiles, los plomeros, los gasistas, los electricistas, hace que haya algún movimiento de dinero".

El fomentista, de todas formas, consideró que esa circunstancia "no cambia mucho el panorama de hace unos meses atrás, donde estaba complicado, donde la falta de laburo se empieza a notar, la recesión de la industria se nota". Sin embargo, "siempre miro con ojos optimistas y pienso que en algún momento esto va a cambiar".

En ese trance, "las organizaciones sociales seguimos organizándonos y seguimos tratando de poder suplir las necesidades", indicó el dirigente.

"Conciencia"

Mientras tanto, Nicolás Bruno, referente de la Junta Vecinal de barrio Procrear Pikelado, evaluó la situación social local desde dos puntos de vista, desde "mi rol de trabajo y de mi rol social". Con la mirada del fomentista aclaró que "la gente de los barrios de la periferia con la tarjeta Alimentar, la bolsa del SAE, la AUH, un par de ayudas de alimentos y con las organizaciones que hacen ollas populares en distintos barrios han podido soportar la situación un poco mejor".

Por otra parte, "a través de mi trabajo tengo contacto con gente de una clase social un poco más alta y ahí se les complicó más porque estaban acostumbrados a unos gastos diarios y al no poder trabajar se les empieza a poner desesperante porque empiezan a no poder pagar la tarjeta de crédito, además de todos los gastos de la casa, y al no tener ganancias los que son monotributistas o dueños de algunos negocios se les complicó", lamentó.

Bruno describió un escenario dispar, ya que "a partir de julio, que se empezaron a abrir las actividades, como que empezó a haber más trabajo porque hoy un plomero, un gasista, un carpintero, están trabajando a full. Pero hay otros rubros, como gimnasios o el turismo, que se les está complicando".

En definitiva, el vicepresidente de la Federación de Sociedades de Fomento y Juntas Vecinales de Olavarría enfatizó que una mayor apertura de las actividades económicas dependerá del comportamiento "de cada uno de nosotros, que nos vayamos cuidando. Si tomamos prevenciones va a ser más fácil que se sigan abriendo actividades pero mientras no tomemos conciencia y naturalicemos que no va a pasar nada va a ser cada vez más difícil. Depende de cada uno de nosotros cumplir con los controles y los protocolos", finalizó Bruno.

"Codo a codo"

Uno de los referentes del fomentismo local, Walter Vega, presidente de la Sociedad de Fomento "Carlos Von Bernard" de barrio AOMA, se refirió a la situación social en Olavarría.

En principio, pormenorizó lo ocurrido en ese sector de la ciudad durante la pandemia. El dirigente estableció que "en primer lugar, dentro de lo que es el barrio, a través de la institución se está atendiendo a las familias que la están pasando mal por esta situación desde el 20 de marzo".

Para lograr ese objetivo "hicimos los reclamos al área correspondiente, que es Desarrollo Social, para que sean atendidos esos vecinos y hemos recibido la respuesta en forma correcta", destacó. Del mismo modo, resaltó que "hay fomentistas que no dan a conocer lo que están haciendo pero están trabajando en sus barrios, codo a codo, y solicitándole al Estado, como corresponde, la ayuda para la gente que está necesitando una mano".

En ese punto, dejó entrever que "si después hay otros sectores que están utilizando esto para hacer política ya es un problema aparte. Creo que todos los dirigentes barriales tienen los contactos de las distintas áreas del Municipio" para solicitar ayuda.

En esos casos puntuales, "esos dirigentes tienen que olvidarse de las banderías políticas porque estamos viviendo una situación gravísima que en estas últimas tres semanas se ha empeorado muchísimo por falta de concientización porque lamentablemente no hay solidaridad en una franja o muy grande de la sociedad", definió Walter Vega.

"Esto es sistemático"

El fomentista señaló que "hace dos meses que venimos denunciando este caso, de que había que proveer a esa mamá de una situación habitacional para que la hija pueda vivir en condiciones recomendadas desde el área de Salud. Pero no tuvimos ningún tipo de respuesta ni la mamá ni nosotros como Mesa de Emergencia".

"Sólo algunas promesas que nunca se cumplieron. Por eso, la madre terminó saliendo en los medios. Antes hizo una última prueba de hablar con (el secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida, Diego) Robbiani, que no la quería atender y cuando la atendió la maltrató directamente", expuso.

En resumen, "si la situación de Olavarría no está en mucho peor condición que ahora es por cómo ha reaccionado la sociedad en general con su solidaridad porque, y eso es un dato objetivo, hoy el monto de la ayuda social es el mismo del año pasado aunque es sabido que cuando arranca la pandemia un montón de gente que hacía changas no las pudo hacer más. Recién ahora, cuando se abrió la Fase 4, pudieron hacer algo de trabajo pero se volvió a cerrar".

Roldan subrayó que "cuesta mucho reactivar eso porque gente que hacía changas no las hizo durante toda la cuarentena. Eso es un proceso difícil, no se encuentra trabajo de un día para el otro y cuando estaban encontrando se cerró de nuevo. Entonces si no se aumenta el presupuesto significativamente para la ayuda social, se termina convirtiendo en un caos".

En ese contexto, aseguró que "desde el Municipio siguen trabajando de la misma manera. Su forma no es llamar a los referentes y decirles qué necesitan sino se comunican con el ánimo de amenazar, apurar y apretar a los referentes porque a algunos de esos referentes algo se les da, como ser algunas bolsas de mercadería para que repartan. Entonces, cada vez que hacemos algún comunicado, lo que reciben esos referentes son llamadas para amedrentarlos y decirles que no van a recibir más esas bolsas. Y esto es sistemático", denunció el dirigente.