Darío Machado // @dariomachado9

"Cuando hablamos de grooming estamos hablando de un acoso sexual infantil por medios de las tecnologías, y tenemos que tener presente que el groomer no ataca solamente a un chico sino que ataca a un grupo", fue una de las referencias que realizó el fiscal Lucas Moyano en torno a uno de los delitos que recaen en la fiscalía que tiene a su cargo. Se trata de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 22 de Azul, que investiga además sobre hechos tipificados como ciberdelito y pornografía infantil; y que tiene injerencia en los 11 distritos que integran el Departamento Judicial, desde Las Flores y Bolívar hasta Tandil y Olavarría.

Recientemente desde la UFI 22 se dio a conocer el tercer informe del 2019 en el que se abordan estadísticas sobre las IPP iniciadas en relación a los delitos de grooming, ciberdelito y producción y divulgación de pornografía infantil.

"Investigo el grooming teniendo presente que es la puerta de ingreso a otros tipo de delitos de índole sexual. El grooming tiene distintas fases. Primero el conocimiento, después generar confianza, después la fotografía ¿para qué? Para tener un encuentro con el menor. Y la idea de generar que hagan la denuncia y nosotros poder investigar es evitar que algún menor caiga en las manos de un perverso. Por eso es importante la denuncia. Hay que evitar que se cometa un delito más grave", definió el fiscal Moyano sobre cómo trabajan en torno a este delito.

El accionar del acosador es similar en la mayoría de los casos, y el objetivo es generar conciencia para evitarlo: "En caso de que el menor haya accedido a pasar una foto, el groomer lo que hace es extorsionar que si no le pasa más fotos la publica dentro de lo que son sus redes de amigos. Esta circunstancia hace que el menor produzca más material, ese material no sabemos dónde termina porque están las redes de pedofilia que te la reparten por todo el mundo".

La modalidad

Generalmente, la modalidad utilizada por estos sujetos es a través de un perfil falso en el que simulan ser un menor y establecen un lazo de confianza con la víctima a través del cual obtienen más información y procuran convertirse en sus confidentes.
"Lo mismo pasa con la producción de pornografía infantil", refirió. "El tema de un menor expuesto en las redes, cada vez que esa fotografía se vuelve a compartir es una nueva revictimización que se hace al menor. En internet no hay derecho al olvido. Vos podés bajar las fotografías o el contenido de tu red social, pero alguien lo puede haber guardado y te lo vuelve a subir. Es imposible", agregó, y dio cuenta que muchos de estos conceptos logran dialogarlos con estudiantes en diferentes charlas.

¿Qué hacer?

"Hablar de estos delitos sirve para generar conciencia, pero también se solicita que se efectúe la denuncia. La idea es que se genere la denuncia y que a su vez no se borre ningún tipo de prueba: si es un mensaje de WhatsApp que no se lo borre, si es un mensaje de Facebook o Instagram tampoco. Cuando vengan a fiscalía o vayan a la comisaría De la Mujer, que vayan con todo el material. Normalmente lo que pasa es que alguno se asusta y borra los mensajes. Ese borrar el mensaje genera que nosotros tengamos menos pruebas para poder trabajar. Por eso es importante conservar todo lo que tiene que ver con este tipo de mensaje", indicó como recomendación el fiscal Moyano.

Quién está del otro lado

El titular de la UFI ofreció este año charlas a estudiantes sobre estas temáticas, acompañado por el fiscal general Marcelo Sobrino. En las mismas, según refirió Moyano, "por ahí los chicos notan que el grooming se da lejos. Cuando uno le cuenta casos de la realidad, que han pasado en la misma ciudad, se sorprenden". Justamente detalló que se han llevado adelante allanamientos en Olavarría, Tandil y la ciudad de Azul.

"Es bueno el tema de las charlas a modo de prevención a los chicos y los padres: los padres tienen que estar presentes en el uso de las tecnologías que hacen los chicos, sobre todo de más temprana edad. No hay que subestimar la tecnología, hay que estar preparado, prevenido, desconfiar siempre de quien tenemos enfrente", recomendó.

"Los chicos que usan las tecnologías a veces creen que saben lo que es la seguridad en informática y hay muchas cosas que desconocen. Hay que estar consciente de que siempre del otro lado de la pantalla no sabemos con quién estamos hablando, y esas personas están buscando a los sectores más vulnerables. Por eso la idea es llegar a los más chicos y los padres, y decirles que tengan cuidado, tomen recaudos, hablen con sus hijos, vean qué redes utilizan, con quién hablan, a qué hora hablan. No para generar pánico sino conciencia de que cuanto más preparados estemos, tenemos más posibilidades de no ser víctima a este tipos de hechos".

Por otra parte, el fiscal Moyano aseguró contar con "todas las herramientas necesarias para investigar este tipo de delitos", y comparó que desde la UFI 22 de Azul se cuenta con las mismas capacidades en investigación que lo que se realizó en el Hospital Garrahan por la divulgación de pornografía infantil, por la que está imputado un médico.

"Para este tipo de casos se necesitan los peritos especiales que tenemos en Azul. Además Solicitamos informes a distintas redes sociales sobre perfiles, de número de IP, y en base a eso nos encaminamos en la investigación", desarrolló el agente fiscal.

Además refirió que tiene acceso directo a los reportes de Missing Childen y el National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC), que surgen de alarmas generadas por un filtro informático en el tráfico de información que advierten cuando se dan hechos vinculados a la pornografía infantil a través de la web.