A la hora de la realización de las prendas, el hombre incorporó la fabricación del huso, un objeto que sirve para hilar fibras textiles y el telar, que es una máquina de tejer en la que se colocan unos hilos paralelos, denominados urdimbres, que deben sujetarse a ambos lados para tensarlos.

Como recurso utilizaba la lana, el lino y el cáñamo, interviniéndolos por estos procesos para la fabricación de telas (las de lana para el invierno y las de lino para el verano). En este procedimiento se refleja la importancia de las llamas, guanacos, ovejas, vicuñas, entre otros, para esquilarlos y obtener su lana para la fabricación de la ropa. En principio estas prendas realizadas por el hombre primitivo eran funcionales ya que se utilizaban para la protección de los cuerpos frente a los diversos cambios climáticos sin centrarse en detalles de diseño.