La Semana de la Visibilización, que se extendió del 8 al 15 de septiembre, mostró una gran participación de productores urbanos y periurbanos quienes mostraron su trabajo a los vecinos que, en muchos casos, se manifestaron sorprendidos por todos los alimentos que se producen tan cerca de su casa. Además, hubo ferias, charlas, capacitaciones, exposiciones, entre otras actividades, en todos los territorios del Área Metropolitana de Buenos Aires.

"El objetivo se cumplió: se puso en valor la agricultura periurbana como abastecimiento para las grandes ciudades junto a la necesidad de seguir apoyando este sector con políticas públicas que transciendan el tiempo y que le den derecho a los productores y a los consumidores.

Derecho a los productores a trabajar la tierra dignamente y a tener empleo, ingresos y criar a sus hijos; y a los consumidores, a comer alimentos sanos en la mesa de los argentinos", afirmó el director del INTA AMBA, Gustavo Tito.

Por su parte, el intendente Mariano Cascallares destacó la importancia de que se lleven adelante "este tipo de encuentros con charlas y análisis de situación en un momento complejo desde el punto de vista económico y social, ya que por un lado es un apoyo para los productores y por el otro una forma de general espacios de comercialización para llegar desde el productor al consumidor con alimentos sanos, de calidad y a un mejor precio".

"Es bueno visibilizar para que nuestros vecinos sepan que mucha producción que consumimos todos los días se produce acá mismo en cinturón productivo periurbano, que es donde están nuestros propios productores", resumió el jefe comunal.

Aporte de hasta el 90% Con casi 15 millones de habitantes, 1,8 millón de hectáreas y el 40% del PBI, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es una de las regiones más numerosas y populosas de la Argentina. Allí, a modo de ejemplo, la agricultura periurbana aporta, según la temporada, hasta un 90% de las verduras de hoja a la ciudad de Buenos Aires y un alto porcentaje (hasta el 50%) para el interior del país.

En este contexto, Luis María Escalada expresó: "Fue una actividad más que positiva ya que los productores mostraron lo que hacen y también plantearon sus problemáticas. Esta actividad surgió con la idea de que la comunidad conozca a los productores y tome conciencia de la situación particular de cada productor. En lo particular como consejo nos pone a trabajar a partir de mañana en las demandas concretas" quien agregó que "esta actividad fue un gran esfuerzo que hicimos, pero creemos que va a tener muchísimos resultados".

Tito remarcó que "durante la Semana hubo más de 45 actividades diversas en todo el AMBA con el apoyo de municipios, universidades y organismos del Estado provinciales y nacionales".

En el Oeste el girasol despliega todas sus virtudes

El negocio del girasol en la Argentina representa un valor bruto de 2.000 millones de dólares, con una producción de 3,5 millones de toneladas. “Todavía resta mucho por crecer teniendo en cuenta que en otras épocas se llegaron a producir más de 5 millones de toneladas. El potencial es muy grande en el sur bonaerense, una zona orientada a la exportación de aceite a granel”, aseguró el asesor económico Jorge Ingaramo durante los talleres que la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) realizó días atrás en Pehuajó y Carhué, al oeste de la provincia de Buenos Aires.

“Estas actividades son un foro de intercambio enriquecedor para toda la cadena de valor”, destacó Guillermo Pozzi, presidente de Asagir, al referirse a las reuniones en las que se desmenuzaron la actualidad de los mercados y las claves para el manejo agronómico de este cultivo que abarcará 1,9 millones de hectáreas a nivel nacional, según las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para la próxima campaña.

Desde Asagir sostienen que el creciente entusiasmo por el cultivo se mantendrá firme pese a la decisión del gobierno de cobrar 4 pesos por dólar exportado, impuesto que con un tipo de cambio de 40 pesos equivale a una retención superior al 11%. Tampoco creen que influirá la baja en los reintegros a la exportación de harina (de 2,5 a 0,5%) y de productos industriales (2,5 a 0,75%).

Claves para mejorar el rinde

El manejo agronómico del cultivo en el Oeste fue el principal eje de los talleres organizados por Asagir. Sobre sanidad, la patóloga Amelia “Baby” Bertero se refirió a las complicaciones que pueden presentarse en la zona caracterizada por suelos poco profundos, gran amplitud térmica y un nivel de humedad muy variable entre años. La especialista destacó que con alta humedad y bajas temperaturas las enfermedades que pueden aparecer son Downy mildew y Albugo. En un escenario climático de poca humedad y temperaturas cálidas, Roya y enfermedades de fin de ciclo.

Ante un panorama tan dinámico, la inquietud de los productores se basa mayoritariamente en cómo se puede conseguir una mayor estabilidad en los rendimientos.

Allí Bertero hizo una distinción: mientras para la zona de Carhué recomendó la selección de híbridos rústicos y resistentes que cubran casi todos los frentes de enfermedades; para Pehuajó consideró que la opción más viable es “sembrar híbridos que pueden llegar a manifestar su potencial” por las mejores condiciones del suelo.