El presidente del Centro de Industriales Panaderos local había anticipado esa posibilidad ante el incremento en los sueldos de los empleados y en los costos de varios insumos, como el azúcar y la margarina, así como debido a las limitaciones impuestas por la salida de circulación de los billetes de 5 pesos, que complica a los comercios chicos en general.

Según estableció Ottino, la situación de las panaderías en la actualidad "sigue siendo complicada" aunque reconoció que en los últimos tiempos se empieza a vislumbrar una leve mejora en el poder adquisitivo. En ese sentido, destacó que la mayoría de los clientes compra "cuarto kilo" hoy en día.

Varios antecedentes

El titular del CIPO concedió a Canal Local que por la razón apuntada no fue sencillo alcanzar un acuerdo para incrementar el costo del pan, aunque primaron los incrementos de costos sobre las dudas de algunos de los presentes en la reunión. "Como se venía adelantando, anoche (por el jueves) tuvimos una reunión que duró bastante, y decretamos que a partir del lunes vamos a tener un incremento de aproximadamente un 10 por ciento".

Al respecto, estableció que con costos crecientes al ritmo de la inflación, la rentabilidad del sector luego de 4 meses ha disminuido y desde ese punto de vista justificó la suba del 10 por ciento. "El último aumento lo tuvimos a principios de noviembre (de 2019), cuando fijamos un piso de 100 pesos y un techo de 110 pesos, al cual no llegó nadie. Y ahora aumentamos a la franja de 110 a 120 pesos".

Para determinar la suba, se realizó un análisis de los gastos que influyeron en la decisión. Así, el nuevo aumento "se justifica porque estuvimos revisando los costos y lo que más llevó a esto fueron los incrementos de sueldos, que tuvimos un 25 por ciento de aumento en los últimos meses. Y en el resto de las materias primas lo que más aumentó es lo dulce, que también subió un 25 por ciento", detalló Ottino.

Frente a esa certeza, destacó que por el momento el escenario dista de parecerse al de 2019 y marcó un indicio. En ese marco, "lo que no ha aumentado tanto, por ejemplo, es el tema harina que cuando fijamos el aumento anterior estaba en 1.100 pesos y ahora anda en 1.300 pesos. Si bien no es un tema significativo, pero también ayuda".

"No se salva nadie"

Al tratarse de un sector que elabora un producto de primera necesidad y por lo tanto de elevada demanda, Ottino aclaró que en las panaderías no se sigue el procedimiento usual en cualquier comercio ante los aumentos sufridos por las materias primas. "Siempre hacemos lo mismo, durante varios meses juntamos costos y después aumentamos. Creo que las facturas van a aumentar todavía más que un 10 por ciento porque el azúcar aumentó muchísimo", anticipó.

Como ocurre con la generalidad de las actividades, las panaderías no escapan a la crisis y a la recesión. En los últimos años han quedado expuestas a la baja de ventas como producto de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. "La situación se mantiene mal. Tratamos de ir absorbiendo costos pero incrementando precios porque ya lo hemos vivido y hemos tenido desfasajes muy grandes que realmente te llevan a la quiebra. La situación sigue siendo complicada y acá no se salva nadie", aseguró.

Sin embargo, con prudencia Ottino manifestó que en los últimos tiempos existe una leve mejoría. "La ventaja es que es pan, se sigue consumiendo y dentro de todo es lo más barato que hay. Pero la gente ha mejorado un poquito su bolsillo, eso hay que reconocerlo, pero la situación sigue siendo muy complicada y sostenida, que en algún momento esto puede ocasionar algún problema".