"Las necesidades son cada vez más", contaron a EL POPULAR quienes están al frente de esta tarea de contener y asistir a aquellas familias más vulnerables, mientras que en Red Solidaria intentan sostener la ayuda que depende de las donaciones, cada vez más acotadas.

"Estamos pasando por una situación realmente difícil. Veníamos dando asistencia a 360 familias y en el último tiempo se incrementó en un 35% así que la realidad es complicada", expuso el titular de Red Solidario, Ramón Leguizamón con enorme preocupación.

Contó que la institución solidaria depende de las donaciones que pueda acercar la comunidad y que son cada vez más acotadas. Frente a este escenario, "estamos distribuyendo alimentos y ropa una vez por mes a cada familia. Solamente de esa manera podemos llegar a todas".

Los datos oficiales alarman: en Argentina el nivel de pobreza ascendió al 42% en el segundo semestre del 2020, en un contexto de pandemia global.

En Red Solidaria, esta realidad se ve a diario. "No solo incrementamos la cantidad de familias a las que brindamos asistencia sino que estamos viendo a muchas personas en situación de calle porque no tienen donde vivir. Entonces vamos en nuestro auto y les acercamos alimentos".

En las distintas Cáritas consultadas la demanda también va en ascenso. Algunas incluso, analizaron la posibilidad de cerrar durante un tiempo en el marco de la situación sanitaria que está atravesando la ciudad, pero dieron marcha atrás para poder hacer frente a la ayuda.

En Monte Viggiano, "atendemos en la puerta y entregamos la mercadería y ropa. No hacemos entrar a nadie, pero nos parecía que teníamos que seguir atendiendo a tantas familias que se acercan", a pesar del cierre de las celebraciones de misas y eventos en los distintos templos de Olavarría que se dispuso esta semana.

San Cayetano es otra de las Cáritas que permanece abierta, atendiendo actualmente a unas 70 familias con turnos programados, mientras que una vez a la semana distribuye los alimentos.

Frente a la segunda ola de casos positivos hay otras Cáritas que debieron cerrar sus puertas como Santa Isabel y Luján, pero que han venido realizando un trabajo sostenido desde su reapertura en la primavera del año pasado.

Alimentos, lo que más piden

Cada miércoles y viernes de 9 a 12, Cáritas Monte Viggiano abre sus puertas para distribuir alimentos, ropa y calzado. "La gente necesita de todo, pero más que nada alimentos, eso es lo que piden", contó su referente, Chichí Nardín.

Cada bolsa contiene productos de los más variados. Son entre 70 y 80 familias que se asisten desde esta institución ubicada en Pueblo Nuevo. "Vienen y te dicen que no tienen para darle de comer a sus hijos. Es muy lamentable lo que estamos viviendo. Tratamos de ayudarlos con lo que podemos y por suerte contamos con la gente que sigue colaborando con nosotros y con el Municipio que aporta también con mercadería. La idea es que la gente tenga lo esencial por lo menos".

En San Cayetano, "solamente suspendimos lo que es la parte celebrativa de los templos", aclaró el párroco Marcos Picaroni mientras expuso en la Cáritas parroquial hay más de 70 familias que asisten en busca de alimentos.

El número "venía siendo alto. Hay muchas que familias que han dejado de venir y otras que se han sumado", contó al tiempo que remarcó la ayuda estatal a través de los distintos programas existentes para aquellas personas más vulnerables.

La atención en Cáitas Monte Viggiano es con un sistema de turnos personalizados para la distribución de ropa y calzado, mientras que se estableció un día en la semana para distribuir los alimentos.

En Santa Isabel las puertas están cerradas desde esta semana, en el marco de las medidas preventivas frente a la situación sanitaria. De todas formas, "lo que hemos visto en los últimos meses ha sido un aumento enorme de familias que vienen a solicitar una ayuda.", contó.

Allí, en la Cáritas, se estaba entregando una bolsa por mes y "hay muchas familias suplentes que se han anotado" y que alcanzaban con las "titulares" un total de 50.

Fideos, aceite (cuando se puede), azúcar, harina, puré de tomate y polenta son algunos de los insumos que preparan para distribuir. "Hacemos lo que más podemos, pero la ayuda también se resintió mucho porque a la gente en general le alcanza cada vez menos".

Antes de las nuevas restricciones de esta semana, en Cáritas Luján se atendía cada 15 días y las familias iban rotando para recibir la bolsa de alimentos una vez al mes. "La gente que llega a pedir alimentos sobre todo, es constante. Y si bien hay ayuda estatal también un bolsón de alimentos dura cada vez menos tiempo entonces no alcanza, eso es lo que hemos notado también".

La necesidad recrudeció en pandemia, y se palpa en las entidades solidarias. En Argentina, Cáritas asistió a más de 3.000.000 de personas en lo que va de la pandemia, especialmente entre las familias más afectadas por las consecuencias de la emergencia sanitaria.