Desde entonces realizan sus trabajos con el compromiso y la voluntad de ayudar al otro a través de los juegos y el afecto trasladado desde el contexto de encierro. En esta ocasión los beneficiados son alumnos de escuelas de Salta en la frontera con Bolivia, que recibirán una gran partida de materiales en los días próximos.

Desde hace cuatro años, las comunidades del norte argentino han formado parte de los trabajos confeccionados y el Padre Roque, un franciscano de la localidad de Puán junto a su grupo de voluntarios se han convertido en el nexo entre estas comunidades y los alumnos del taller, ya que dos veces al año viajan para llevar donaciones.

El Padre Roque visitó junto a tres voluntarios el Taller esta semana y expresó el placer que genera en los niños y en la comunidad recibir los juegos de encastre, dominós, rompecabezas, juegos de sombras, y algunos desconocidos hasta por los docentes, lo que originó un aprendizaje mutuo y un intercambio lúdico que permite interactuar y compartir.

Para destacar es importante que gran parte de lo donado es bilingüe, ya que en esa zona del norte de nuestro país, muchos habitantes hablan en lengua guaraní, por lo que los integrantes del Taller de Materiales Didácticos están constantemente interiorizándose con la lengua para lograr la integración de sus hermanos del norte y la puesta en valor de su idioma.

Del 8 al 12 de octubre se celebra la semana del estudiante solidario, un marco más que especial para este encuentro con el Fraile que tiene un ida y vuelta, ya que los niños les preparan a los internos cartas y dibujos en agradecimiento por el trabajo que les envían. Este año se sumó un video que el Fray compartió con los internos y las docentes donde los niños, padres y docentes envían sus sensaciones y agradecimiento.

Sin duda, el reconocimiento recibido a través de una carta, un dibujo o un video casero donde los destinatarios agradecen la ayuda con unas palabras de amor al prójimo es el mejor regalo que los privados de la libertad han recibido. Un dato que permite valorar el esfuerzo por la integración y el acompañamiento escolar y religioso para vivir en sociedad.

Con 14 años ininterrumpidos de trabajo y acompañamiento por parte del equipo docente y en especial por la coordinadora del Taller, Laura Caba, los internos todos los días, entre recortes de maderas, pinturas, plásticos y todo tipo de material reutilizable, ponen su ingenio pensando en la formación y la integración del otro buscando otra oportunidad y tratando de cambiar dejando huella.