Investigadores del Ralph Veterinary Referral Center (RVRC) de Marlow, Inglaterra, advirtieron manifestaciones "atípicas", incluidas anomalías cardíacas graves y un deterioro profundo del estado de salud en perros y gatos infectados con la variante británica de coronavirus, según publicaron en un estudio que aún no cuenta con revisión de pares, informaron.

La novedad que detectaron los veterinarios es que "todas estas mascotas infectadas con B.1.1.7 desarrollaron manifestaciones clínicas atípicas, incluidas anomalías cardíacas graves secundarias a miocarditis y un deterioro profundo del estado de salud general, pero sin signos respiratorios primarios".

En este sentido, los investigadores sostuvieron que estos hallazgos "plantean preguntas sobre la patogenicidad" del coronavirus en los animales y podrían reabrir el debate sobre su papel en la dinámica del brote de SARS-CoV-2".

Como antecedente, el 19 de marzo pasado los laboratorios del Instituto Zooprofiláctico Experimental de Piamonte Liguria y Valle d’Aosta (IZSPLV) anunciaron que identificaron un caso de la variante inglesa del SARS-CoV-2 (linaje B.1.1.7) en un gato.

Los propietarios del gato, residentes de la ciudad de Novara (Italia), contrajeron la variante británica de coronavirus, al cabo de diez días, el felino empezó a presentar problemas respiratorios y los propietarios fueron invitados por los científicos del Instituto de Investigación en Sanidad Animal de Piamonte, Liguria y Valle de Aosta para tomar muestras del gato y los resultados dieron cuenta de que el animal dio positivo para la variante británica de la covid-19.

Asimismo, un perro y un gato de un mismo hogar en Texas resultaron contagiados de covid. "Debido a que este virus puede propagarse de personas a animales, es importante que las personas con COVID-19 se mantengan alejadas de las mascotas y otros animales, al igual que lo hacen con otras personas, para evitar contagiar a los animales", dice el Dr. Casey Barton Behravesh, director de One Health Office de los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades de EE.UU. (CDC).

Según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su página, hasta el momento "no hay evidencia científica de que los animales de compañía (perros y gatos) sean una fuente de infección para los humanos". Fuente Agencia DIB