Las lluvias beneficiaron al territorio bonaerense
Un frente frío comenzó a desplazarse de sur a norte provocando lluvias y tormentas que fueron cubriendo la región pampeana con acumulados, dispares pero significativos. Sobre la zona núcleo tuvieron su mejor desarrollo entre los días 11 y 12 de enero. Prácticamente todas las provincias desde el sur de Buenos Aires hasta Jujuy recibieron en los últimos siete días acumulados entre 25 y 100 milímetros.
Grandes ganadores fueron Buenos Aires y La Pampa, que sostuvieron su provisión de agua, Santa Fe que con generosos registros compensó los mínimos aportes que habían dejado los anteriores eventos y por supuesto el NOA y el NEA que además capitalizaron la humedad proveniente del sur de Brasil.
Menos beneficiado fue el centro oeste de Córdoba que solo sumó valores entre 15 y 20 milímetros, insuficientes para mantener el estado de humedad que requieren los cultivos en esta época de gran exigencia atmosférica.
La descripción de ganadores y perdedores de caudal pluvial se replica en nuestro mapa de reservas hídricas. Los amplios sectores de sequía presentes en el informe anterior han dado paso a reservas mayoritariamente escasas, pero con sectores de humedad regular o adecuada en las zonas que contaron con mejor provisión. Solo las localidades donde las precipitaciones fueron más esquivas mantienen una condición de escasez preocupante tanto para el maíz como para la soja.
Más allá del alivio que significa para los cultivos implantados estas lluvias, el hecho de que valores tan significativos de precipitación no alcancen para mejorar sustancialmente las reservas de agua útil es un claro indicador de la magnitud del déficit provocado por meses consecutivos de acumulados por debajo de los valores normales. Las anomalías de la temperatura superficial del Océano Pacífico, siguen siendo negativas.
El fenómeno de La Niña se mantiene instalado y según las proyecciones es altamente probable que este episodio frío recién se diluya en la transición hacia el otoño. Queda claro que bajo estas condiciones de enfriamiento es poco probable que se produzcan mejoras destacadas en el patrón de lluvias para lo que resta de enero. Por otro lado, actualmente se mantiene un importante calentamiento del océano Atlántico.
El transporte de humedad hacia el continente es muy sensible a las variaciones de esta anomalía positiva de la temperatura. Podemos considerar este escenario más cálido como un factor favorable que puede seguir moderando los efectos deficitarios de la Niña en las próximas semanas.