Los nutrientes alimentan al fantasma del sobrepastoreo
Los animales suelen comer más los pastizales que han sido fertilizados, por lo que la biomasa vegetal en esas regiones tiende a reducirse.
"A nivel mundial y en la Argentina, los pastizales son los ecosistemas más transformados por la actividad humana, ya sea al realizar ganadería o agricultura. Por eso es clave estudiar cómo impactan los diversos manejos agronómicos sobre los pastizales, con la idea de mejorar su sustentabilidad. En particular, yo investigué de qué manera responde la biomasa vegetal a la fertilización y al pastoreo en un campo ganadero de la Pampa Deprimida", explicó Sofía Campana, docente e investigadora de la cátedra de Ecología de la Fauba.
"Al día de hoy, se sabe que la biomasa vegetal en pie disminuye cuando hay ganado y aumenta cuando se agregan nutrientes por medio de la fertilización, pero se desconoce en profundidad qué pasa cuando estos dos factores actúan al mismo tiempo", comentó Campana, y se preguntó si al combinarlos predomina el efecto de alguno de estos factores o si se anulan mutuamente.
Datos certeros
A partir de su trabajo publicado en la revista científica Applied Vegetation Science, Sofía remarcó: "Encontramos que el pastoreo de una vaca cada 2 hectáreas redujo más de un 50% la biomasa en pie en las parcelas experimentales, en comparación con las no pastoreadas.
Esta disminución alcanzó un 70% cuando el pastizal se pastoreó y se fertilizó anualmente con 10 g de nitrógeno, de fósforo y de potasio por metro cuadrado, lo que equivale a 100 kg/ha de cada nutriente. Las diferencias se apreciaban a simple vista en el campo".
La investigadora señaló que sus resultados tienen un vínculo estrecho con la forma en que el ganado elige su alimento. "Las vacas consumieron 10 veces más biomasa vegetal en las parcelas fertilizadas.
Allí, la vegetación duplicó su productividad y las hojas presentaron una mayor concentración de nitrógeno y de fósforo -23% y 209%, respectivamente-, en relación con las no fertilizadas. Parece que el ganado elige y consume más pasto en los sitios del pastizal con mayor productividad y con vegetación más nutritiva".
"En el corto plazo, la idea de fertilizar y pastorear pastizales parece tentadora. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que este manejo puede ser perjudicial a mediano plazo", advirtió Sofía, y afirmó que el incremento del consumo animal puede resultar en un sobrepastoreo si no se le presta atención, ya que luego de un pastoreo muy intenso se reduce notablemente la biomasa vegetal. Esta reducción podría afectar la posterior recuperación de la productividad del pastizal.