La manifestación fue presentada como una "movilización unitaria de trabajadores ocupados  y desocupados" y tiene como consignas principales los reclamos "por el salario, la salud, la defensa de los convenios colectivos, la ocupación y el trabajo genuino, las jubilaciones, el acceso a tierra y viviendas populares, el seguro al desocupado y contra la represión policial".

Los convocantes aseguraron que "todas las luchas en curso, abandonadas por la burocracia sindical, son por alguno o varios de estos problemas que afectan al pueblo trabajador". Denunciaron que "cuando la contención burocrática hace agua, el gobierno peronista despliega la represión y, frente a ello, reclamamos el desmantelamiento del aparato de represivo, el retiro del ejército de los barrios y juicio y castigo a los responsables de la desaparición seguida de muerte de Facundo Castro". Volvieron a levantar el reclamo de  "Fuera Berni" ante este caso y las decenas de crímenes de "gatillo fácil" cometidos en cuarentena.

La movilización fue parte de un plan de lucha nacional votado en el plenario nacional del Plenario Sindical Combativo, el 12 de agosto pasado, para "enfrentar la ofensiva y el Pacto Social del gobierno de Alberto Fernández y el régimen del FMI, del que participan todas las alas de la burocracia sindical y piquetera".

Un aspecto ampliamente denunciado por el Plenario del Sindicalismo Combativo es "la ofensiva sobre los convenios laborales, las condiciones de trabajo, la eliminación de hecho de las paritarias -se realizaron muy pocas y todas a la baja- y el ataque a la jubilación, como lo demuestra la actualización a la baja de los magros haberes y el avance contra los regímenes especiales". Criticaron duramente que "los recursos del Estado estén al servicio del pago de la deuda externa con los usureros internacionales y el rescate a las patronales, mientras se desfinancia serialmente a la Anses". También apuntaron que "lo que viene es la negociación con el FMI, donde el gobierno cuenta con el apoyo de la oposición de Juntos por el Cambio, y que será una nueva entrega del país a la agenda de las patronales: reforma laboral, previsional e impositiva, todas contra las masas".

Este jueves por la tarde, habrá en Buenos Aires una movilización a la Plaza de Mayo "en defensa de la clase obrera y contra la descarga de la crisis capitalista sobre los hombros de los trabajadores por parte del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner".

Este plan de lucha continuará, según anunciaron "con plenarios regionales, acciones y solidaridad activa con todas las luchas del movimiento obrero".