El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha presentado formalmente una solicitud para suscribir un préstamo externo de US$ 150 millones. Este movimiento busca financiar vencimientos inminentes, como pagos de obras públicas, proveedores y salarios de la burocracia provincial.

La urgencia de Kicillof radica en anticiparse a la asunción de Javier Milei como Presidente el 10 de diciembre. Milei ha anunciado cambios en el programa de reforma del Estado, que incluyen recortes en gastos discrecionales y en proyectos de obra pública. Kicillof teme la pérdida de recursos ante el fin del favoritismo discrecional que la Provincia de Buenos Aires ha tenido en los últimos cuatro años bajo el gobierno de Alberto Fernández.

El pedido de Kicillof también se debe a la posible reinstauración de "reglas fiscales" por parte del nuevo gobierno, lo que podría dificultar su política fiscal. Además, el déficit acumulado en los últimos cuatro años motiva la necesidad de financiamiento externo.

El nuevo presidente, Javier Milei, ha expresado su intención de ordenar las finanzas públicas y establecer un nuevo régimen de disciplina fiscal. Esto afectaría tanto al Gobierno nacional como a las provincias y municipios. Kicillof busca asegurar recursos antes de posibles restricciones en el endeudamiento provincial.

La solicitud de préstamo de Kicillof destaca la necesidad de enfrentar el déficit generado en su gestión, que ha transformado un superávit dejado por la exgobernadora María Eugenia Vidal en déficits consecutivos en los años 2020, 2021 y 2022. La situación fiscal de la Provincia de Buenos Aires es un punto clave en la transición hacia la nueva administración.