El pasado jueves, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) presentó la nueva geografía electoral del país. Este acto, en apariencia técnico y rutinario, debe ser observado con máxima atención por los ciudadanos del municipio de La Paz. No es una exageración decir que se están configurando decisiones que afectarán directamente la representación política de miles de paceños. Y lo preocupante es que esto no parece casual.

Históricamente, el municipio de La Paz ha estado compuesto por cuatro circunscripciones uninominales: la C6, C7, C8 y C9 de las cuales sale cada uno de sus diputados. En el nuevo mapa electoral, el TSE establece que la población ideal por circunscripción debe ser de 222.819 personas. Bajo este criterio, los datos actuales nos alertan sobre serias distorsiones en tres de estas cuatro circunscripciones:

• Circunscripción 6: con 214.359 habitantes, está apenas un 0,71% por debajo del ideal. Aquí el margen es tolerable.• Circunscripción 7: alcanza los 233.739 habitantes, es decir, un 8,26% por encima del ideal, sobrepasando el umbral razonable.• Circunscripción 8: tiene apenas 187.295 habitantes, un preocupante 13,25% por debajo del ideal.• Circunscripción 9: con 186.862 habitantes, también presenta un 13,45% de desviación negativa.

Las cifras de la C9 y C8 son especialmente preocupantes al compararlas con la C7, puesto que en términos técnicos, están al borde de los límites tolerables expresados por el reglamento de delimitación de circunscripciones uninominales, convenientemente aprobado por el Tribunal Supremo Electoral con la Resolución de Sala Plena TSE-RSP-ADM No. 20/2025 de 15 de enero de 2025, queconsidera admisibles para una representación proporcional y equitativa el 15% por arriba o debajo de la población ideal. Y más preocupante aun, es la comparación de las circunscripciones de la C7, C8 o C9 con la C62 o C63, puesto que estas circunscripciones representan a 65.746 personas la primera y la segunda a 65.015. 

Lo más inquietante es que esta observación fue presentada directamente a los vocales del TSE, quienes indicaron que requerirían un informe técnico adicional. ¿Pero acaso no debieron contar con ese informe antes de presentar la nueva geografía?

No olvidemos: en democracia, la representación política está íntimamente ligada al peso del voto. Si se desequilibra el número de habitantes por circunscripción, se distorsiona la igualdad del voto. Se puede llegar al absurdo de que una circunscripción esté sobrerepresentada y otra infrarepresentada en un mismo municipio, dependiendo del número de votantes que concentra.

Como paceños y paceñas, debemos levantar la voz y exigir claridad, transparencia y correcciones inmediatas. Estas cifras no son meros errores de cálculo; podrían responder a ajustes políticos estratégicos, orientados a alterar los equilibrios de poder en las próximas elecciones.

La nueva geografía electoral no puede ser una herramienta de manipulación, disfrazada de técnica y legalidad. Hoy más que nunca, es vital que la ciudadanía de las circunscripciones 6, 7, 8 y 9 se informen, se organicen y exijan explicaciones. No podemos permitir que se debilite la representación del municipio de La Paz bajo argumentos supuestamente técnicos.

El mapa electoral no es solo líneas y cifras: es el reflejo de nuestra voz en las urnas. Y esa voz, nadie tiene derecho a reducirla.