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Los representantes de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Olavarría plantearon ayer a un nutrido grupo de concejales su crítica situación financiera y sus objetivos inmediatos mientras los miembros del cuerpo deliberativo dejaron en claro sus intenciones de poner el hombro para salvar a una de las instituciones paradigmáticas de la comunidad.

La idea de creación de una tasa específica destinada a Bomberos ya está en el debate pero ayer se habló también de otras alternativas inmediatas para conseguir fondos, como pedirle al Departamento Ejecutivo que le perdone el pago del canon por la rifa que pone en circulación la entidad o recuperar lo que pagaba la concesionaria del peaje y dejó de hacer.

Los concejales que recibieron al presidente de la Asociación de Bomberos, Ricardo Luissi, al jefe del Cuerpo Activo, comandante general Raúl Ferreira y al contador Osvaldo Pagella fueron el presidente de la comisión de Legislación, Einar Iguerategui, y los concejales Juan Ignacio Fal, María José González, Gabriela Delía, Margarita Arregui, Victoria De Bellis, Federico Aguilera, Celeste Arouxet, Juan Sánchez, Germán Aramburu, Alejandro Gregorini, Carolina Espinosa, Emilio Vitale y Eduardo Rodríguez.

A los problemas crónicos, propios de una entidad cuyos costos operativos y equipamiento son siempre costosos, estos tiempos le agregaron el ajuste, traducido en una reducción de los subsidios nacional y provincial, y la disparada del dólar, ya que las compras de insumos y por ende parte de las deudas están en la divisa norteamericana.

Y, por supuesto, la caída en las ventas de las tarjetas de estacionamiento medido sumaron un nuevo déficit.

Ayer los representantes de Bomberos plantearon a los ediles que hoy por hoy el principal ingreso es el de la tradicional rifa, pero como apuntó Raúl Ferreira en un momento una institución como Bomberos "no puede depender de la timba", especialmente cuando a veces los ingresos por ese concepto son importantes y otras no tanto.

En los subsidios oficiales la caída fue estimada más o menos en un 40 por ciento, el canon que pagaba el concesionario del peaje dejó de llegar por razones que nadie de los que estuvieron reunidos ayer conoce, aunque sí saben que el titular de la concesionaria ya anunció que no va a pagar y por el que surge del porcentaje que pagan las compañías de seguros vino mucho menos de lo que se esperaba.

La venta de tarjetas de estacionamiento cayó de unas 35 mil a 30 mil, lo que se tradujo en un déficit del servicio del orden de los 200 mil pesos.

Las pérdidas que deja la prestación de este servicio son cubiertas por la Municipalidad.

Los concejales escucharon los datos que ya había expuesto la Asociación de Bomberos Voluntarios en la conferencia de prensa del día anterior cuando contaron públicamente las dificultades por las que está atravesando la institución.

Analizaron los números de los balances como para confirmar lo que ya sabían, preguntaron sobre tal o cual punto que les dejaba dudas, pero en todo momento dejaron en claro que son conscientes de la necesidad de que el Estado haga lo suyo para ayudar a la entidad.

Se habló de compras que se hicieron, pagaderas en cuotas, con un dólar a 19,40 pesos, pero que hoy la divisa estadounidense duplicó su precio, y por ende la deuda. Se mencionó que un equipo autónomo, imprescindible para determinada clase de emergencias, tiene un precio hoy de nada menos que 147 mil pesos, además de reiterar otros datos ya brindados en la conferencia de prensa.

Casi a la pasada, mientras se hablaba de números y carencias, se dejó entrever que Bomberos tiene el proyecto de construir pequeños destacamentos diseminados por la ciudad para evitar los inconvenientes que traen las distancias cuando hay que movilizarse muy lejos del cuartel.

"Se estima que debe haber un destacamento de bomberos cada 28 mil habitantes", mencionó Raúl Ferreira y entonces se entendió un poco mejor lo que se había dicho antes de que la institución se fija siempre como objetivo acompañar el desarrollo de la ciudad.

En un momento, Federico Aguilera mencionó el proyecto de Unidad Ciudadana que crea una tasa sin cargar a todos los contribuyentes con ese tributo (ver información aparte) y que tiene diferencias con otro que se estaba trabajando. Por ahora en las comisiones, los concejales trabajarán en las iniciativas.

Ferreira fue otra vez el encargado de dejar de lado la razón fría y poner el toque emotivo cuando relató la anécdota del hombre atrapado en un automóvil y la hoja de la tijera para cortar el metal que se rompió.

Con ayuda de alguna palanca y las propias manos ("me quedaron destrozadas") lograron extraer a la víctima de entre los metales retorcidos y Ferreira dijo que tenía ganas de gritar pensando con los elementos insuficientes con los que estaban trabajando.

Y también recordó que a él también lo tuvieron que sacar de un auto destrozado, dejando tácitamente explicado que conoce perfectamente cuál es el rol de un bombero en la sociedad. Lo sabe de los dos lados.