La jornada contó con el apoyo del Círculo Médico, la Asociación Médica y la Municipalidad de Olavarría. El encuentro permitió brindar un abordaje integral de la enfermedad, por eso llegaron a la ciudad profesionales de diversas áreas.

A la mañana el encuentro fue en la sede de Talitha Kun con pacientes y familiares. Por la tarde, en tanto, estuvo orientado a profesionales de la salud como médicos, kinesiólogos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos, acompañantes terapéuticos y abogados.

La esclerosis múltiple, enfermedad inmunológica crónica y discapacitante para la que no se conoce cura, afecta a más de 7.000 personas en la Argentina con incidencia en adultos jóvenes, y especialistas recomendaron tratamientos en estadios tempranos para retrasar el progreso.

La enfermedad, inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central se caracteriza por la aparición de lesiones en la mielina (vaina protectora de las fibras nerviosas), que afecta las funciones motoras, sensibilidad, equilibrio, la palabra, la visión y el control de los esfínteres.

Aunque no modifica esencialmente la expectativa de vida de las personas que la padecen, constituye una de las afecciones neurológicas más discapacitantes en el adulto joven, lo que implica un serio impacto en el ámbito familiar, social y económico-laboral. Se manifiesta mayormente entre los 18 y 35 años y con una prevalencia de 3 a 1 en las mujeres.

El tipo más frecuente de la enfermedad, intermitente con recaídas y remisiones, se caracteriza por la aparición brusca de síntomas que se prolongan 24 horas, una vez por mes como mínimo, mientras que en la forma secundaria y progresiva la afección sigue su curso y las funciones afectadas no se restituyen.

Expertos manifestaron que los síntomas primarios de la esclerosis múltiple son: dificultad para deambular, trastornos sensitivos (adormecimiento o "pinchazos"), disminución de la visión a raíz de neuritis óptica, y trastornos urinarios y cognitivos.

Otros síntomas de la enfermedad son las infecciones urinarias, debilidad y fatiga, trastornos posturales, depresión y aislamiento.

La causa de la EM permanece desconocida hasta hoy. No obstante, se reconoce la existencia de factores genéticos, que si bien no son absolutamente determinantes, generan una predisposición a padecer la enfermedad. Parece claro que sobre esta predisposición genética uno o más factores ambientales podrían influir en el desarrollo de la EM, que no tiene cura por ahora, pero sí hay medicación para controlarla, atenuar o espaciar los brotes o remisiones.

Los últimos adelantos en medicación fueron mostrados en nuestra ciudad junto con otros avances en torno a la calidad de vida de los pacientes.