Hepatitis B crónica: consulte con su médico acerca de su situación. Algunas personas necesitan tratamiento, mientras que otras deben esperar. El tratamiento no suele curar la hepatitis B, pero puede convertir una infección "agresiva" en una infección leve y así evitar que el hígado sufra daños. Se puede tratar con interferón.

Hepatitis C: En muchos países, el segundo trimestre de 2011 supuso la llegada de un nuevo tratamiento estándar para las personas con el genotipo 1 de la hepatitis C. El Interferón sigue siendo la terapia de primera línea elegida para los pacientes con hepatitis C. El uso de interferón pegilado alfa y ribavirina cura a aproximadamente la mitad de todos los pacientes con hepatitis C, aunque significativamente a más pacientes con algunos genotipos. Un paciente se considera curado si no hay virus en la sangre seis meses después del final del tratamiento.

Esto es diferente de la terapia de la hepatitis B, que controla la infección en lugar de curarla. El Interferón se administra mediante jeringa y la ribavirina está disponible en comprimidos. El tratamiento puede tener efectos secundarios, como fatiga, síntomas parecidos a la gripe, depresión, problemas de piel y cabello y cambios en la química de la sangre. Por lo tanto, el tratamiento debe ser supervisado por un médico o clínica cualificados. Hay una serie de nuevos tratamientos para la hepatitis C que están en desarrollo.