Debido a las condiciones climáticas que marcaron a la primavera, este año el desarrollo de las tucuras se ha visto demorado. Los lapsos de frío luego de las lluvias también han incidido para que los temidos insectos se multipliquen en forma menos explosiva. De esa manera, hasta el momento desde la Comisión de Lucha contra las Plagas local se estima que esta temporada se fumigará una superficie bastante inferior comparada con las de los últimos años. De todas formas, recién esta semana, luego de los últimos controles, se tendrán mayores certezas sobre las dimensiones de las zonas a inocular y la fecha de inicio de las tareas.

Hugo Santonja, ingeniero agrónomo que participa de la Comisión de Lucha contra las Plagas local como extensionista del INTA, dio a conocer los pasos seguidos. "Como todos los años, este año la campaña de evaluación empezó en los meses de julio y agosto. Los dos equipos técnicos de la comisión empezaron a hacer el monitoreo de los distintos puntos del Partido para ubicar los lugares de desoves y también determinar la densidad de esos desoves, es decir los lugares y la cantidad de desoves. Con eso se logró identificar determinadas áreas en las cuales potencialmente habría que hacer tratamientos".

Estas tareas fueron realizadas "antes de los nacimientos. Normalmente estas especies empiezan los nacimientos hacia mediados de octubre pero este año se han atrasado bastante por las condiciones climáticas. Básicamente el inicio de los nacimientos depende mucho de las condiciones climáticas", sostuvo.

Luego de esa evaluación "este año se estableció una superficie de alrededor de 70.000 o 71.000 hectáreas, las zonas donde se encontraron mayores densidades de desoves". Una diferencia que permite manifestar cierto optimismo a los técnicos es que "si bien son zonas que desde el punto de vista técnico denominamos zonas peligrosas o zonas rojas, las densidades observadas eran menores que en otras zonas observadas el año pasado y generalmente no coinciden con las zonas que fueron tratadas en las dos últimas campañas".

El profesional comparó que "el año pasado se hizo un trabajo sobre 100.000 hectáreas efectivas pero la superficie total por la forma en que se realizan los tratamientos fueron alrededor de 132.000 hectáreas".

Particularidades

Esa ostensible disminución en la zona ocupada por los voraces insectos se origina en que "este año viene dándose una situación particular: venimos con el desarrollo de la plaga muy retrasado; las densidades de nacimientos son bajas y no revestirían problemas".

Además, otra particularidad incide en esa merma. "Este año hay una mayor cobertura vegetal del suelo que en otros años y esto hace que donde nacen el sol no llega directamente donde están las tucuras y a su vez tiene diferencias de temperatura respecto del ambiente. Eso implica mayor humedad y no alcanzan a tener la temperatura necesaria para hacer los cambios hasta llegar a adultos", refirió Santonja.

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