En aquel punto se reunieron integrantes de la Orden Franciscana Seglar provenientes de distintas regiones del país, donde comenzarían una misión evangelizadora con el objetivo de celebrar los 100 años de presencia religiosa en esa comunidad.

La actividad, que se desarrolló por espacio de una semana, se desplegó en distintas capillas barriales y en cada una de ellas se ofrecieron variados talleres formativos en la parroquia, además de misas diarias a las 20 durante toda la semana.

El encuentro comenzó a partir del 13 de julio con la llegada de 104 participantes desde Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, La Rioja, Mendoza. San Juan, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero. Durante los dos primeros días, las distintas delegaciones compartieron un retiro de organización y convivencia albergadas en las instalaciones de la parroquia de Quitilipi.

La misa de envío o también denominada de presentación se concretaría en la noche del domingo 14 en la parroquia y la celebración de clausura se desarrolló el viernes 19. "Esta misión se enmarca en los 100 años de la presencia franciscana y del patronato de San Antonio en la comunidad quitilipense; es la quinta reunión que hacemos y la más variada en cuanto a participación de jóvenes, adultos y mayores", remarcó uno de los referentes, para invitar a los vecinos a sumarse a las iniciativas previstas.

Para hacerse presente en la comunidad, la quinta misión nacional de la OFS realizó un recorrido por las capillas barriales San Cayetano, Virgen del Rosario, Santa Rosa y sus zonas de influencia para "llevar el mensaje de Jesús con la particularidad del encuentro sin distinción de denominaciones religiosas", según destacaron desde el grupo.

En ese contexto, el martes 16 los misioneros participaron de la fiesta patronal de la capilla Virgen del Carmen, "con la imposición del escapulario durante el oficio religioso". Asimismo, hubo misas diarias a las 20 "con la participación del fraile Gerónimo de la Orden y el sacerdote local Femando Sosa".

Además de talleres formativos y hubo lugar para variados debates desde las 16 en los salones parroquiales, la misión giró bajo los preceptos y a través del análisis de la encíclica "Laudato si", emitida por el Papa Francisco sobre "el cuidado de la casa común".

Por ese motivo se incluyeron mensajes "sobre el cuidado del medio ambiente y se plantaron árboles en cada templo barrial visitado". También compartieron "leches chocolatadas, música y juegos para los cientos de chicos y vecinos que acompañaron la misión franciscana".

Entre las cuestiones de mayor relevancia para la ciudad, "se desarrolló un proyecto comunitario en el barrio de la Capilla Santa Rosa, con la propuesta de creación de una sala de primeros auxilios". A tal efecto se reunieron con el cura párroco Fernando Sosa y la directora del hospital para "delinear los primeros pasos y lograr su pronta concreción".

Durante la semana, además celebraron los 55 años de sacerdocio de su acompañante Gerónimo Martina y culminaron la semana con una misa de cierre "donde estuvieron presentes ministros nacionales y regionales de la orden". En su transcurso realizaron la invitación para la sexta misión nacional, que se concretará en la provincia de San Juan el año próximo.

El último día, "todos los misioneros se reunieron en ronda en el patio de la capilla, donde cada uno pudo brindar su testimonio de cómo había vivido la misión, reunidos alrededor de un fogón para referirse a lo significativo de esa experiencia misionera que llegaba a su fin".

En medio de muestras de agradecimiento al padre Sosa, a las instituciones quitilipenses, vecinos y colaboradores que dejaron sus donaciones para la actividad, el cierre llegaría "con emotivas muestras de júbilo: Nos llevamos el amor, la alegría, el respeto, por la sencillez de esta gente quitilipense, por esas caritas felices por compartir, que tu amor Señor los cobije por siempre" fue el mensaje con el cual los misioneros se despidieron en el cierre de la quinta misión de la FSO.