La semana pasada se había barajado la posibilidad de dejar aquel sorteo nulo, ya que debía hacerse por Lotería Nacional. Sin embargo, el caso olavarriense fue puesto en consideración y se llegó a un acuerdo por el cual quienes fueron favorecidos en diciembre podrán comprar esos lotes directamente al Municipio una vez que tengan otorgado el crédito, mientras que las 173 tierras restantes quedarán en poder de Anses.

El encuentro de ayer estaba pautado para las 16, pero empezó una hora más tarde. Fue sobre el final de la reunión que muchos plantearon una inquietud común vinculada con el valor de esos terrenos, ya que el Procrear exige determinados trabajos de infraestructura que harán aumentar los costos, aunque ese incremento no será de consideración.

Otro planteo tuvo que ver con una exigencia del Banco Hipotecario. De acuerdo a la entidad bancaria que abriría una sucursal en nuestra ciudad, la construcción de la vivienda no puede superar cinco veces el valor del lote. Hubo dos cuestionamientos que lanzaron ayer los preadjudicatarios en este sentido: el primero se vincula con el valor de la tierra, ya que si aumenta demasiado algunos podrían quedar afuera de la preadjudicación que se realiza de acuerdo a los ingresos de cada familia. Por el otro, si el terreno era muy barato, limita el monto del crédito para la construcción.

Las dos cuestiones serán consultadas y analizadas, según se comprometió Luciano Scatolini ante los preadjudicatarios que concurrieron al encuentro de ayer. Lo que se dejó en claro es que el valor de los terrenos no va a superar el monto que ofrece el Procrear, que es de 125.000 pesos. Es decir, no se les va a pedir más de lo que permite el crédito.

Además, se aclaró que todos los terrenos del Pikelado tienen el mismo valor y que ese monto difiere solamente del de los lotes en Loma Negra y Colonia Hinojo.

Alivio

Con la compra de 173 terrenos que no fueron sorteados en su oportunidad, el Anses le asegura al Municipio que tendrá dinero disponible para llevar a cabo las obras de infraestructura necesarias para los nuevos barrios que se construirán en el Pikelado, Loma Negra e Hinojo. Esto es apertura de calles, cordón cuneta y agua potable; tres cuestiones elementales que el Procrear exige para que las tierras puedan ser preadjudicadas.

Eso hace posible que no tenga que anularse el sorteo que realizó el Municipio y que las familias preadjudicatarias puedan adquirir su crédito para comprar las tierras.

El anuncio generó aplausos y llevó alivio a las casi 200 familias que se hicieron presentes en Anses ayer por la tarde. "Nosotros estamos al tanto de la situación, sabemos que había vecinos que habían sido sorteados por el Municipio y quiero explicar por qué se generó esta situación y qué solución podemos darles", dijo Luciano Scatolini.

Explicó que "cuando estos predios se sortearon por la Municipalidad, todavía el Programa Procrear no tenía armada una propuesta de compra de tierras para que sean transferidas a las familias". De todas maneras, la solución del Municipio fue ofrecer estas tierras y sortearlas para descomprimir una situación social determinada, ya que en la práctica la línea de Compra de Terreno y Construcción estaba complicada por el valor de los terrenos disponibles en la ciudad, muchos de los cuales excedían los 125.000 pesos que otorgaba el crédito nacional.

"Esas tierras ya tenían subdivisión y planos. Pero ese tipo de proyectos tienen la dificultad de la infraestructura", analizó el Director de Desarrollo Urbano del Procrear.

Para habitar esos terrenos es necesario abrir calles, hacer cordón cuneta y llevar agua potable a la zona. "Ahí es donde aparecemos nosotros", sentenció Scatolini. La propuesta era ofrecer financiación en infraestructura y de tierra al Municipio. Pero lo cierto es que "para que podamos tomar posesión de las tierras y hacer esas obras de infraestructura no debe haber ninguna situación de ocupación ni de hipotética propiedad por parte de terceros". Por eso, Anses comprará las 173 tierras que no fueron sorteadas y las casi 200 que ya tienen preadjudicatarios quedarán manos de la Municipalidad. Cuando las familias sorteadas en diciembre tengan el crédito habilitado, deberán comprarlas a la Comuna, ya que ese dinero era el que originalmente le iba a dar Anses por el total de los lotes.

La solución dejó conformes a los preadjudicatarios. Ahora esperan que las obras de infraestructura se hagan lo más urgentemente posibles. Desde el Municipio, por su parte, se abrirá un nuevo registro para saber cuántos de los casi 200 sorteados en diciembre continúan esperando por un terreno en Pikelado, Loma Negra y Colonia Hinojo.