En ese sentido, los docentes se apuntan como un "logro" que el Gobierno bonaerense accediera a realizar un monitoreo conjunto de los índices de inflación. Las variables de esta medición comenzaron a trabajarse el viernes pasado en un encuentro que se publicitó poco y reunió a los dirigentes del Frente Gremial Docente bonaerense que encabezan FEB y Suteba con técnicos del Ministerio de Economía.

Para el jueves que viene está previsto un nuevo encuentro, aunque esta vez en el ámbito de la Dirección de Cultura y Educación. Se trata de la continuidad de la Comisión Técnica Salarial lo que para los gremios representa un paso importante. "Es la primera vez que la Técnica Salarial se mantiene abierta durante todo el año", destacan en el Frente Gremial.

Los sindicatos buscarán allí terminar de definir cómo se realizará el monitoreo de precios para, a partir de allí, apurar la discusión por los salarios del año que viene. Es que, en voz baja, los gremios admiten la complejidad de los números de la economía provincial. Saben que para plantear con firmeza un nuevo aumento en lo que queda de 2014 -tras la suba de 30 por ciento promedio acordada a fines de marzo- deberían embarcarse en un extenso y desgastante conflicto con final abierto. De hecho, los técnicos de Economía con que se reunieron los gremios la semana pasada dedicaron la mayor parte de su exposición a desmenuzar los problemas económicos de la Provincia, los márgenes cada vez más estrechos de la recaudación impositiva y las dificultades de acceder a préstamos externos.

Estrategia

En ese marco, la estrategia del Frente Gremial apunta ahora a trabajar las distintas variables que debería contener el aumento del año próximo. De este modo, buscan dos cosas: que la negociación no comience al límite del inicio de clases y termine en 17 paros consecutivos -como ocurrió este año- y que el aumento empiece a regir a partir de enero y no en marzo, como es habitual. En principio, la Provincia resistirá ambos pedidos: porque sólo admite discutir números una vez cerrada la paritaria nacional del sector y porque un aumento a partir de enero implicará contar con una masa salarial mayor. "Tener adelantada la discusión previa no es menor. Un monitoreo de la inflación nos permitirá determinar qué categorías del escalafón docente fueron las más perjudicadas en la última suba para priorizarlas en la nueva negociación", explican dirigentes gremiales. Es que, según plantean, la suba promedio de marzo rondó el 30 por ciento (en septiembre se paga la segunda cuota) pero mientras los maestros de grado recibieron un 38 por ciento otras categorías no alcanzaron al 25 y quedarán por debajo de la inflación.

En tanto, la Unión de Docentes bonaerenses (Udocba), un gremio minoritario del sector que responde a la CGT de Hugo Moyano definió volver al paro en septiembre aunque con fecha a confirmar. Udocba juega su propio juego: su intransigencia busca captar -hasta ahora con éxito- a los afiliados docentes desencantados con la actitud "más negociadora" del Frente Gremial.

  DIB