La medida terminó de definirse en un encuentro que mantuvieron en las últimas horas la Gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, del que participó también el secretario de Energía, Javier Iguacel, encargado de dar el informe técnico sobre el que se definió la letra chica de la medida, cuyos lineamientos generales ya se conocía.

Según precisaron altas fuentes del gabinete bonaerense, la Nación transferirá Edenor y Edesur a la órbita a Provincia y la Ciudad Autónoma, un movimiento que implica recudir en $10 mil millones su déficit anual, que es lo que cuesta sostener la tarifa social que beneficia a usuarios de ambas jurisdicciones. El reparto no es simétrico: sobre la provincia recaen $8 mil millones mientras que Ciudad deberá financiar solo $ 2 mil millones.

Esa cifra era una de la últimas que faltaban conocer del esquema de trasferencia de gastos nacionales a la provincia y la ciudad, cuyo renglón más importante es el de los subsidios al transporte, que en el caso de la provincia ascendería a unos $25 mil millones, aunque aún cabe la posibilidad de que el impacto se prorratee en más de un ejercicio fiscal para que sea más fácil de asimilar por la provincia.

Es que por el ajuste asociado al acuerdo con el FMI, Buenos Aires no solo absorberá el costo de la tarifa eléctrica y el subsidio al transporte urbano de pasajeros -cuya tarifa en algunos puntos del interior podría trepar hasta los $ 50 sin ese aporte- sino que también verá menguado sus ingresos debido a las modificaciones en el reporto del llamado Fondo Sojero, que también impactará en las arcas municipales.

En ese marco, Vidal viene pidiendo la indexación por inflación del Fondo del Conurbano, una medida que significaría unos $19 mil millones suplementarios para el año próximo, pero que debe ser aprobada por el Congreso, algo improbable a tenor del rechazo de al menos un grupo de  gobernadores peronistas que expresó el mandatario salteño, Juan Manuel Urtubey.

A la vez, Nación necesita el respaldo de esos mandatarios para la aprobación del Presupuesto del año próximo -que contendrá las transferencias de subsidios-, una medida que reclama el FMI como señal de previsibilidad hacia los mercados financieros y, también, un prerrequisito para avanzar con el debate del presupuesto bonaerense, que debía haber ingreso al Senado el 1° de agosto pasado y aún no fue remitido.

La tarifa social es la única que está subsidiada en el caso de Edenor y Edesur, por lo que es el único costo significativo que la provincia tendrá que asumir por el traspaso de las compañías. En cambio, Vidal se quedará con la potestad de regular lo que pagan los usuarios en todo el territorio, porque ya tiene competencia sobre las prestadoras y cooperativas del interior y ahora absorberá esas dos compañías, que brindan el servicio en el Conurbano.

Fuente: DIB.